Entender los tiempos difíciles: depresión situacional versus depresión clínica

Si su hijo adolescente está experimentando depresión, es probable que sea la primera vez que se enfrente a las sensaciones abrumadoras que acompañan a la depresión clínica y situacional. Una de las formas en que puede ayudar a su hijo es ayudándole a reconocer la diferencia entre la depresión situacional y la depresión clínica y a comprender su forma de depresión, ya que el tratamiento para estos dos tipos de depresión varía.

Reconociendo la depresión situacional

A diferencia de la depresión clínica, los médicos y psicólogos han identificado que la depresión situacional generalmente está relacionada con grandes cambios en la vida de una persona. También llamado a veces trastorno de adaptación, para los adolescentes algunos de estos cambios traumáticos se presentan en estas formas:

  • Divorcio de los padres
  • Muerte de un ser querido / amigo
  • Moviente
  • Luchas escolares
  • Poner fin a una relación romántica

Síntomas de depresión para la depresión clínica y situacional

Una cosa importante que usted, como padre, debe tener en cuenta es que, aunque la depresión situacional no es un trastorno permanente, los síntomas que experimenta su adolescente son reales y los afectan de manera genuina. Los síntomas de la depresión (tanto clínicos como situacionales) son:

  • Estado de ánimo triste, en blanco o ansioso
  • Desesperanza o sentimientos de pesimismo.
  • Irritabilidad o irritación en general.
  • Sentimientos de falta de valor, impotencia o culpa
  • Falta de interés o alegría en las actividades habituales.
  • Fatiga general o niveles de energía más bajos
  • Sentirse inquieto o tener problemas para quedarse quieto
  • Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
  • Tiene problemas para conciliar el sueño, despertarse temprano en la mañana o quedarse dormido
  • Cambios de apetito y / o peso ya sea hacia arriba o hacia abajo
  • Ideación de muerte o suicidio, o intentos de suicidio.
  • Dolores físicos como calambres, dolores / molestias, problemas digestivos o dolores de cabeza sin una razón clara por la que se produce el dolor. Tampoco se calma con el tratamiento

Trabaje con su hijo adolescente y vea con cuál de los síntomas de esta lista está lidiando. Les dará a ambos un punto de partida desde el que manejar su depresión. Una de las diferencias clave será que un adolescente clínicamente deprimido sentirá cinco o más de estos síntomas durante períodos prolongados y recurrentes; un adolescente con depresión situacional sentirá menos de cinco síntomas y durante un período más corto.

Manejo de la depresión situacional

Es un buen equilibrio entre hacerle saber a su hijo que su depresión es temporal y hacer que sienta que no lo toma en serio. Entonces, si bien la depresión situacional generalmente desaparecerá con el tiempo, su adolescente necesitará ayuda para controlar sus sentimientos hasta que desaparezca. Hágales saber y vea que usted está ahí para ellos y tome sus luchas en serio. Hay varias formas de trabajar con su hijo adolescente:

  • Ocupaciones - Dado que la depresión puede hacer que su hijo adolescente abandone sus viejos pasatiempos, anímelo a que los retome y participe. Sin embargo, si se resisten a sus actividades anteriores, hágalo participar en algo nuevo que llene un nicho similar. Entonces, si solían jugar partidos de fútbol los fines de semana, una alternativa podría ser unirse a un grupo de excursionistas o de correr.
  • Rastreo - Evaluar sus sentimientos a diario (o cada hora si es necesario) puede ayudar a su adolescente a ver su propia mejora emocional. Hay muchas herramientas para esto, desde escribir en un diario o cuaderno hasta aplicaciones.
  • Cuerpo - Cuerpo sano, mente sana definitivamente se aplica a la depresión situacional. Ayudar a su adolescente a concentrarse en comer alimentos nutritivos y no calmar sus sentimientos con comida chatarra ayudará a levantarle el ánimo. Además, al hacer ejercicio con regularidad, pueden obtener el subidón de endorfinas que también puede mejorar su estado de ánimo y mantener a raya los sentimientos depresivos.
  • Terapia - Si la depresión situacional de su adolescente es lo suficientemente grave, encontrar un grupo de apoyo que comparta sus luchas puede ayudarlo. Con personas que sientan que comprenden, su adolescente puede expresar sus sentimientos. Otra opción es la terapia personal, y si otras estrategias no los ayudan a mejorar, es posible que se necesiten medicamentos para que su hijo adolescente supere este momento difícil de su vida.

Manejo de la depresión clínica

Aunque no está claro de dónde proviene la depresión clínica, la mayoría de los médicos la relacionan con una relación compleja entre factores genéticos, química cerebral y factores sociales. Está claro que no es temporal y usted tendrá que desempeñar un papel importante para ayudar a su adolescente a aprender a vivir con su depresión clínica. Si bien puede y debe implementar las estrategias para controlar la depresión situacional con su adolescente clínicamente deprimido, deberá tomar medidas adicionales.

  • La terapia es clave - Si bien la terapia puede ser opcional para un adolescente con depresión situacional, para el adolescente clínicamente deprimido, la terapia es imprescindible. Hay muchos tipos de terapias para tratar la depresión, así que escuche atentamente los comentarios de su hijo adolescente sobre cómo está respondiendo a su terapia y terapeuta. Puede llevar tiempo encontrar la combinación adecuada de terapia y terapeuta. Asegúrese de que su adolescente sepa que no hay nada de malo en no coincidir con la primera terapia que se le presentó.
  • Utilización de medicamentos - Puede haber una reacción instintiva contra la medicación de su hijo adolescente, pero la depresión clínica tratada con terapia junto con medicamentos ha mostrado los mejores resultados. No es necesario que los medicamentos sean un elemento permanente en la vida de su adolescente, pero le ayudarán a medida que aprenda a lidiar con su depresión. Sin embargo, debe estar atento a los signos de dependencia.
  • Hospitalización - En casos graves, es posible que deba hospitalizar a su hijo adolescente. Esta ruta solo debe considerarse si su adolescente tiene tendencias suicidas o se autolesiona de maneras que usted no puede ayudarlo a manejar solo con terapia y medicamentos.

Es importante asegurarse de que su hijo adolescente sepa que ni un diagnóstico de depresión clínica o situacional es inútil. Trabajar con cualquiera de los diagnósticos será difícil, pero su adolescente necesita saber que usted está ahí para él y que usted cree que las cosas mejorarán.

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