5 señales de advertencia de ansiedad que un niño podría experimentar

No se pierda estos letreros.

Los padres sabrían si su hijo está ansioso, ¿verdad? Probablemente verá señales obvias, ¿verdad? Su hijo expresaría todos sus miedos y preocupaciones. Tendrían miedo todo el tiempo.

Podría pensar que conocería los síntomas de ansiedad del niño, pero a veces no es así. A veces, los padres lo extrañan por completo. Desafortunadamente, la ansiedad no siempre es tan obvia. Algunos niños no expresan sus preocupaciones. No muestran sus miedos. Y la ansiedad no está en el radar de sus padres.

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En mi práctica de terapia infantil, los padres a menudo traen a sus hijos por otras razones, solo para descubrir que el problema es en realidad la ansiedad. Estos son los síntomas de ansiedad infantil que a veces se pasan por alto:

1. Experimentan síntomas físicos.

La ansiedad no está solo en nuestras mentes, también está en nuestro cuerpo. Aquí están algunos ejemplos:

Su hijo no defecará. Han estado estreñidos durante semanas. Has ido al médico y no tiene origen médico.

A su hijo le duele el estómago. Tienen ganas de vomitar. Tienen problemas gastrointestinales. Los llevaste al pediatra. Fuiste al especialista gastrointestinal. Su hijo ha sido pinchado, empujado y tal vez incluso examinado. No se ha encontrado ningún origen médico.

2. Se niegan a ir a la escuela.

A su hijo le encantaba la escuela. Siempre han tenido amigos y siempre han sacado buenas notas. Ahora es una batalla solo para meterlos en el auto. Te dicen que no se sienten bien. Les duele el estómago. Dicen que van a vomitar. Los mantienes en casa, solo para sentirte engañado porque parecen estar bien poco después.

Hablas con el maestro y el consejero. Todo el mundo jura de arriba abajo que su hijo tiene amigos. Que no estén siendo intimidados. Que disfruten de la escuela. Los fines de semana son sin dolor. Su hijo parece completamente sano ... y luego llega el domingo. El ciclo comienza de nuevo.

3. Están enojados.

La ira puede ser complicada. Los niños pueden estar enojados por muchas razones. Pueden tener dificultades para autorregularse. Pueden tener un problema de humor. Puede que les cueste aceptar un no. Pero junto con los contendientes habituales, el síntoma de ansiedad infantil también puede ser la causa principal de la ira.

Si su hijo esconde sus preocupaciones profundamente, lo único que saldrá a la superficie podría ser su ira. Vuelven a casa de la escuela listos para explotar. La hora de dormir trae rabia y resistencia. Las situaciones nuevas provocan una hostilidad y un desafío inusuales. Preste atención a cuándo y por qué su hijo se enoja, ya que podría ser la clave para descubrir la verdadera causa.

4.Evitan participar en actividades.

A su hijo le encantaba la práctica de fútbol y ahora se niega a ir. Su hijo dijo que quería tomar lecciones de natación, pero después de la primera lección no puede regresar a clase. Su hijo siempre quiere quedarse en casa y se niega a ir a restaurantes y tiendas con usted.

Cuando un niño comienza a evitar situaciones que solía disfrutar, es hora de analizar por qué. Puede ser que simplemente ya no les guste el fútbol o las clases de natación, pero podría ser algo más significativo.

El mecanismo de afrontamiento de la ansiedad más insalubre y número uno es la EVITACIÓN. Evite a toda costa.

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Si no voy al fútbol, ​​entonces no tendré que preocuparme de que la pelota me golpee la cara.

Si digo que no quiero nadar, entonces no tendré que preocuparme por hundirme hasta el fondo de la piscina.

Si hago una gran pelea, entonces no tendré que ir al restaurante y preocuparme por vomitar en público.

5. Sus rutinas se convierten en rituales.

Su hijo tiene que alinear todos sus peluches en una fila perfecta antes de irse a la cama. Tienes que decir "te amo" de cierta manera, un cierto número de veces, antes de que tu hijo se vaya a la cama.

Los padres a menudo confunden el comportamiento ritual con las rutinas. Las rutinas son reconfortantes y predecibles. Los rituales son rígidos y deben rehacerse si no se hacen "correctamente". Las rutinas son una parte saludable de la infancia; los rituales son un indicio de ansiedad.

La ansiedad es una condición muy tratable. Cuanto antes reciban ayuda los niños, mejor será el pronóstico a largo plazo.

Si siente que su hijo tiene algunos signos de ansiedad, busque el consejo de un profesional de la salud mental. Nunca está de más recibir información y orientación profesional. Infórmese y busque apoyo y recursos en la web. Mira videos sobre la crianza de los hijos. Piensa fuera de la caja. Puede utilizar el yoga y otras actividades para ayudar a reducir la ansiedad de su hijo.

Este artículo invitado apareció originalmente en YourTango.com: 5 señales de que su hijo tiene ansiedad (que probablemente está ignorando).

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