¿Tu microbioma te está volviendo loco?
¿Ansiedad, depresión, confusión mental, trastornos del estado de ánimo, cambios de humor o simplemente sentirse mal? Es posible que las respuestas se encuentren en la salud de los billones de bacterias que viven en el intestino, llamadas microbioma intestinal.Existe una profunda conexión entre la composición de la flora intestinal y el estado de ánimo. Dependiendo de los diferentes tipos y cantidades que prevalezcan, estas bacterias pueden influir en todo, desde el sistema inmunológico, la digestión, la expresión del ADN, la inflamación y la función cerebral, para bien o para mal. Incluso se sabe que las bacterias desempeñan un papel en enfermedades graves como el autismo y la esquizofrenia. En pocas palabras, un microbioma equilibrado equivale a una buena salud, pero también ocurre lo contrario.
Las cosas que contribuyen al equilibrio microbiano insalubre incluyen:
- Uso frecuente y prolongado de antibióticos.
- Alimentos procesados, azúcares y bajos en fibra
- Consumo excesivo de carnes y grasas.
- Consumo de carne criada convencionalmente tratada habitualmente con antibióticos.
- Estrés
- Consumo excesivo de alcohol
- Uso prolongado de inhibidores de la bomba de protones (es decir, Prilosec y Nexium)
- Uso de AINE
- Nacer por cesárea en lugar de por parto vaginal
- Recibir fórmula en lugar de amamantar
- Pastillas anticonceptivas
- Agua potable clorada
- Productos químicos y toxinas ambientales
El tracto digestivo no solo alberga bacterias, sino que también alberga la mayor parte del sistema inmunológico y nuestro "segundo cerebro", llamado sistema nervioso entérico (ENS). Los tres trabajan en estrecha colaboración para crear nuestra salud y la forma en que experimentamos el mundo.
El ENS está compuesto por millones de neuronas incrustadas dentro de la pared del intestino. Envía y recibe señales e información, responde a las emociones y tiene control sobre lo que sucede localmente. A esto es a lo que nos referimos la mayoría cuando hablamos de instintos: nuestro conocimiento interior que nos guía en la toma de decisiones y nos ayuda a reaccionar en una fracción de segundo ante las amenazas, el entorno y las sorpresas.
Los microbios son otra dimensión del segundo cerebro y afectan directamente el tipo de información que se envía y recibe. Las neuronas del cerebro y el ENS dependen de mensajeros químicos llamados neurotransmisores, muchos de los cuales en realidad son producidos por bacterias. GABA trabaja para calmar áreas del cerebro que pueden sobreestimularse durante el estrés y la ansiedad. La dopamina, noradrenalina, acetilcolina y serotonina envían otros tipos de mensajes. La forma en que hablan nuestros dos "cerebros" depende en gran medida de los tipos de bacterias que prevalecen.
Las conexiones son más profundas cuando se mira la vía de comunicación principal, llamada nervio vago. Alguna vez se pensó que la mayoría de las señales iban directamente del cerebro al intestino. Ahora sabemos que entre el 80 y el 90 por ciento de todas las señales van desde el ENS al cerebro, lo que afecta en gran medida el estado de ánimo y la función. La investigación ha demostrado que la presencia de ciertas bacterias puede ser un factor desencadenante asociado con la aparición de la depresión, al sobreestimular el sistema inmunológico. La inflamación intestinal crónica está relacionada con la ansiedad, mientras que los pacientes con afecciones intestinales crónicas a menudo tienen trastornos del estado de ánimo acompañantes. Ahora hay mucha ciencia que respalda la suplementación con probióticos como un medio para mejorar el equilibrio, la calma, el optimismo, la determinación e incluso disminuir los niveles de la hormona del estrés, el cortisol.
Si bien la conexión entre el intestino y el cerebro es intrincada y complicada, los diferentes desequilibrios microbianos tienen huellas biológicas únicas. Un especialista en medicina del microbioma podrá realizar las pruebas adecuadas y aplicar las mejores estrategias de tratamiento para ayudarlo a encaminarse hacia la felicidad.
La suplementación con prebióticos y probióticos crea un efecto psicológico positivo. Esto va mucho más allá de reducir los síntomas de ansiedad y depresión. Ayuda a restaurar una felicidad primordial: una sensación de bienestar más profunda y verdadera que la que se puede encontrar tomando medicamentos recetados. La psicobiótica es un nuevo campo que utiliza bacterias específicas para afectar y tratar los trastornos del estado de ánimo, mejorando la función cerebral y creando una sensación de calma que irradia de adentro hacia afuera.
La dieta puede cambiar las reglas del juego cuando se trata de reducir la inflamación, reequilibrar las bacterias y mejorar la función cerebral. La Dieta del Microbioma se centra en la salud y el bienestar de las bacterias beneficiosas en el intestino. Al eliminar los alimentos que promueven colonias patógenas y, en su lugar, incluir superalimentos ricos en fibra que apoyan el equilibrio microbiano amigable, se pueden producir cambios drásticos en la salud y el estado de ánimo.
Además, los estudios muestran que las personas estresadas tienen bacterias intestinales menos amigables, así que tome medidas para aumentar la paz y la tranquilidad en su vida y asegúrese de dormir bien todas las noches. Cuando nuestro ritmo circadiano está apagado, también lo está nuestro equilibrio microbiano.