¿Peleando por el dinero? Cómo dejar de discutir sobre finanzas
El dinero puede ser un tema cargado, especialmente durante las vacaciones o cuando los negocios, la familia y las finanzas se mezclan. Es una de las mayores fuentes de problemas en las relaciones y puede ser la más difícil de resolver.En el transcurso de cualquier asociación, es de esperar que se enfrenten a los hábitos de gasto y ahorro. Las parejas pueden enfrentar momentos económicos difíciles que son más complejos emocionalmente que decidir si gastar mucho dinero en comida para llevar esta semana. Cuando esto sucede, puede resultar abrumador y afectar su capacidad para concentrarse en el trabajo y en el hogar.
Eso es porque las peleas de dinero rara vez se tratan de dólares y centavos. Suelen ser un conflicto de valores, la moral y las tradiciones familiares o una batalla por la independencia, el control o la seguridad.
A continuación se ofrecen algunos consejos para afrontar situaciones difíciles en las que la familia y las finanzas se mezclan.
Escenario: un miembro de la familia no ha pagado un préstamo y su pareja está furiosa.
Los desacuerdos sobre cuánto apoyar a un familiar pueden romper la confianza entre los socios y crear una lucha de lealtad. Una persona puede considerar que ayudar a un familiar es un deber, mientras que la otra lo ve como un rescate inadecuado.
Esto puede crear triangulación, un patrón de relación tóxico que te enfrenta a tu pareja. Para hacer frente, puede evitar tener conversaciones sobre dinero con su cónyuge o comenzar a mentir sobre los fondos adicionales que le presta a su familiar, lo que solo empeora la situación.
Cómo tratar
Hable con el miembro de la familia en cuestión directamente, en equipo. Si el dinero prestado se comparte conjuntamente con tu pareja, dale el asiento en la mesa que se merece. Esto limita una mayor triangulación y ayuda a aclarar cualquier falta de comunicación sobre el reembolso que no se haya dicho hasta este momento.
Al abordar el problema juntos, las parejas pueden aprender a comunicarse mejor y definir un conjunto claro de expectativas antes de que decidan prestar dinero a familiares o amigos en el futuro.
Escenario: hay problemas económicos en la empresa familiar.
Si bien los conflictos ocurren con menos frecuencia en las empresas familiares que en las no familiares, es más intenso cuando estalla.
Esto puede deberse a la incompatibilidad de objetivos. Los negocios se tratan de obtener ganancias, mientras que los objetivos familiares típicos implican cosas que el dinero no puede comprar: amor, apoyo y respeto. El conflicto puede surgir cuando las líneas divisorias entre el trabajo y la vida personal se difuminan.
¿El resultado? Las disputas familiares por el dinero pueden durar décadas y causar una ruptura que se transmite de generación en generación. Si los problemas de dinero no se resuelven, los conflictos simplemente se recrean una y otra vez. Los hermanos pasan años sin hablar. Los primos crecen separados.
Cómo tratar
Las peleas por las finanzas en la empresa familiar serán emocionales, y todos los involucrados pueden reaccionar de manera diferente. Puede convertir su decepción en su interior y sentirse como un fracaso. Otro miembro de la familia puede reaccionar con ira y rabia.
Puede ser útil darse cuenta de que todos se están embarcando en su propio proceso. Prepárese para una variedad de respuestas, incluidas aquellas que le parezcan irracionales.
Debido a que la dinámica de la familia y el dinero puede complicarse, dedique tiempo a separar los asuntos de las relaciones de las realidades financieras.
Primero ve al centro de cualquier resentimiento o temor que la pelea pueda estar enmascarando. ¿Tiene la creencia de que debe ser leal a la empresa familiar cuando, en realidad, su potencial de ingresos está limitado, por ejemplo? O tal vez está dolorido porque su orgullo ha sido herido, lo que puede resolverse teniendo una conversación vulnerable.
Una vez que haya resuelto sus sentimientos, estará en un mejor estado de ánimo para pensar tácticamente sobre los próximos pasos financieros para usted. En ese momento, puede considerar la posibilidad de contratar a un mediador para abordar el conflicto, trabajar con el planificador financiero o tomar la decisión de dejar la empresa y seguir una nueva dirección profesional.