Cuando eres la pareja de un adicto al sexo, parte 2

El dolor y la adicción comparten un rasgo común: la negación. La negación es una etapa muy normal del proceso de duelo; negar la pérdida de una persona, lugar o cosa es una primera reacción típica cuando una persona pierde algo valioso en su vida.

Sin embargo, con la adicción, la negación también juega un papel clave. En los comportamientos adictivos, generalmente existe una negación global con respecto a los comportamientos adictivos y el impacto del comportamiento en los demás.

Como socio de un adicto, la negación puede parecer como pasar por alto sus intuiciones en la relación de que algo no se siente bien. Debajo de esta negación, por lo general hay mucha racionalización, es decir, hablarte a ti mismo con la sensación de que algo anda muy mal.

Este puede ser un mecanismo de supervivencia que se origina en su familia de origen.

A menudo es útil para las parejas de adictos al sexo examinar sus problemas históricos. Por ejemplo, si la pareja de un adicto al sexo creció en un hogar alcohólico donde los secretos, las mentiras y "mantener las apariencias" eran una parte integral de cómo la pareja aprendió a ser en el mundo, entonces también sería probable que la pareja trae esta forma de ser a su relación.

Los mensajes familiares no solo juegan un papel importante en la reacción de la pareja hacia el adicto, sino que los mensajes culturales influyen en cómo las parejas de adictos al sexo perciben sus situaciones. Pensamientos como, "Si tan solo fuera más atractivo", o "más sexual", o "una mejor esposa o esposo que esto, no habría sucedido". Si bien estos pensamientos son muy normales cuando se enfrentan a la crisis de la infidelidad y la adicción al sexo, implican que la pareja es responsable y tiene control sobre el comportamiento del adicto.

Los intentos de la pareja de controlar el comportamiento del adicto pueden incluir el uso del sexo como recompensa o la retirada del sexo como castigo. Además, también pueden surgir conductas habilitadoras, como intentar rescatar al adicto al sexo de las consecuencias naturales de sus conductas agresivas. Tales acciones por parte de la pareja pueden contribuir al aislamiento que evita que el adicto y la pareja busquen ayuda de fuentes profesionales fuera de la familia.

A veces, la pareja de un adicto al sexo puede encontrarse vacilando entre un rol agresivo y controlador y un rol dócil y complaciente en un esfuerzo por lidiar con la inmanejabilidad de la adicción al sexo. Comprender estos comportamientos y conectarse con un terapeuta que esté versado en problemas de adicción al sexo, así como asistir a grupos de 12 pasos, como COSA y S-ANON, pueden ser formas poderosas de comenzar el proceso de curación para las parejas de adictos al sexo.

Algunas parejas pueden sentir resistencia a obtener la ayuda que necesitan durante este momento difícil. Pueden sentir que depende solo del adicto buscar ayuda para su problema.

Sin embargo, las parejas de adictos al sexo pueden beneficiarse enormemente del tratamiento profesional que les ayude a superar la crisis de descubrir que su pareja es un adicto al sexo, así como a trabajar en su propio plan de recuperación. Una relación sólida con un terapeuta capacitado y capacitado en adicción al sexo puede ayudar a guiar a la pareja a través de este proceso.

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