Momentos de la punta de la lengua

¿Cuántas veces ha estado en medio de una conversación con alguien y necesita usar una palabra o recordar un nombre que simplemente lo deja por completo? Te sientas y tratas de recordarlo por unos momentos, pero si no llega, sigues adelante, frustrado por la aparente incapacidad de tu cerebro para recordar ese nombre que nunca olvidaste.

Jonah Lehrer escribió un excelente artículo en la Boston Globe describir este fenómeno y, lo que es más importante, cómo lo utilizan los investigadores para comprender cómo el cerebro almacena y procesa la información.

¿Cómo podría la mente realizar un seguimiento de su propio contenido? Durante las últimas décadas, los científicos han asumido que el cerebro contiene algún sistema de indexación innato, similar a un catálogo de fichas en una biblioteca, que le permite darse cuenta de inmediato de que puede producir un conocimiento específico. Esto se conoce como el modelo de "acceso directo", ya que implica que el cerebro consciente tiene acceso directo a los vastos contenidos del inconsciente.

Sin embargo, la experiencia de la punta de la lengua está llevando a los investigadores a cuestionar este modelo sencillo. Según esta nueva teoría, el cerebro no tiene acceso de primera mano a sus propios recuerdos. En cambio, hace conjeturas basándose en la otra información que puede recordar. Por ejemplo, si podemos recordar la primera letra del nombre de alguien, entonces el cerebro consciente asume que también debemos saber su nombre, incluso si no podemos recordarlo de inmediato. Esto ayuda a explicar por qué las personas son mucho más propensas a experimentar un estado de punta de la lengua cuando pueden recordar más información sobre la palabra o el nombre que realmente no recuerdan.

Lamentablemente, la investigación también apunta a la probabilidad de que estos momentos se vuelvan más frecuentes a medida que envejecemos:

La investigación sugiere por qué la experiencia de la punta de la lengua se vuelve mucho más común con la edad. Numerosos estudios han documentado los efectos del proceso de envejecimiento en los lóbulos frontales, con áreas que se reducen en tamaño y disminuyen en densidad. Como resultado, los lóbulos frontales se vuelven menos efectivos para buscar información específica en el resto de la corteza. Esto sugiere que los lapsus en la memoria se vuelven más comunes no solo porque los recuerdos se han desvanecido, sino porque cada vez es más difícil encontrarlos. El recuerdo está ahí, pero se cierne, frustrantemente, fuera de su alcance.

Es interesante reconstruir una imagen del cerebro de esta manera, examinando cómo funciona el cerebro cuando no está funcionando tan bien en nuestro servicio. Y luego descubrir que el modelo real de cómo funciona el cerebro podría ser mucho más complicado y complicado de lo que nadie había imaginado anteriormente ...

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