Fisioterapia para la artritis reumatoide

La fisioterapia es un tratamiento no quirúrgico para la artritis reumatoide que puede aliviar eficazmente su inflamación y dolor en las articulaciones. Estas técnicas también ayudarán a restaurar los músculos, el rango de movimiento y la flexibilidad, lo que le proporcionará la fuerza necesaria para combatir el futuro dolor de la artritis reumatoide.

Cuando se sienta listo, comenzará tratamientos activos que fortalecen su cuerpo y previenen más dolor de artritis reumatoide. Fuente de la foto: 123RF.com.

Hay una variedad de técnicas de fisioterapia que pueden aliviar sus síntomas de artritis reumatoide. Los tratamientos pasivos relajan su cuerpo e incluyen masajes, terapia de calor y frío, hidroterapia, TENS (estimulación nerviosa eléctrica transcutánea) y ultrasonido.

Su programa de fisioterapia generalmente comenzará con tratamientos pasivos. Cuando se sienta listo, comenzará tratamientos activos que fortalecen su cuerpo y previenen más dolor de AR. El ejercicio es una parte vital de su tratamiento, y su fisioterapeuta trabajará con usted para desarrollar un plan solo para usted.

Tratamientos pasivos

  • Terapia de frío: la terapia de frío (también llamada crioterapia) alivia los brotes dolorosos de AR. La terapia de frío ralentiza la circulación, lo que reduce la hinchazón. Su fisioterapeuta puede colocar una compresa fría en el área objetivo, darle un masaje con hielo o incluso usar un aerosol conocido como fluorometano para enfriar los tejidos inflamados.
  • Terapia de calor: el calor desencadena el proceso de curación natural del cuerpo al relajar las articulaciones y músculos cansados ​​y acelerar el flujo de sangre al área dolorida. La sangre extra entrega oxígeno y nutrientes adicionales.

    Es posible que el calor no elimine por completo la fuente de su dolor de AR, pero puede reducir efectivamente su dolor crónico. Esta terapia se usa de dos maneras: a través de calor seco (una almohadilla térmica o una toalla seca y caliente) o calor húmedo (calor de vapor o un paño húmedo y cálido).

    Cuando use la terapia de calor por su cuenta después de que termine la terapia física, nunca sobrecaliente las áreas dolorosas. Si está utilizando una almohadilla térmica, configúrela en baja o media. Cuando use una toalla caliente, tóquela primero para asegurarse de que no esté demasiado caliente.

    Las terapias de calor y frío ofrecen su propio conjunto de beneficios, y su fisioterapeuta puede alternar entre ellas para obtener los mejores resultados.
  • Hidroterapia: como su nombre indica, la hidroterapia involucra agua, y es un tratamiento ideal para la artritis reumatoide. Como tratamiento pasivo, la hidroterapia puede implicar simplemente sentarse en una bañera de hidromasaje para aliviar el dolor, relajar los músculos y acondicionar su cuerpo sin agregar estrés innecesario a las articulaciones cansadas.
  • Masaje: ya sea ​​de tejido profundo o terapéutico, el masaje puede ayudar a relajar las articulaciones y los músculos para que pueda usarlos de manera más efectiva. Su fisioterapeuta puede usar terapias de calor y frío con su masaje para aumentar los beneficios. Una nota importante: no debe recibir un masaje en o cerca del área artrítica, ya que probablemente cause dolor. Pero el masaje puede relajar los músculos y los tejidos que afectan las articulaciones cansadas, incluso si no se encuentran directamente cerca de ellas.
  • TENS (estimulación nerviosa eléctrica transcutánea): la terapia TENS suena intensa, pero realmente no es dolorosa. Los electrodos pegados a la piel envían una pequeña corriente eléctrica a los puntos clave de la vía nerviosa. Generalmente se cree que TENS desencadena la liberación de endorfinas, que son los analgésicos naturales de su cuerpo.
  • Ultrasonido: esta terapia utiliza ondas sonoras para crear un calor suave que aumenta la circulación sanguínea a los tejidos profundos. El ultrasonido ayuda a reducir la inflamación, la rigidez y el dolor. Esta terapia pasiva también mejora su rango de movimiento, que probablemente estará limitado debido a su dolor de artritis reumatoide.

Tratamientos activos

El ejercicio es la piedra angular de cualquier programa de terapia física para la artritis reumatoide. Una vez que complete su curso de tratamientos pasivos, su fisioterapeuta desarrollará un programa activo específicamente para usted. Los tratamientos activos, que incluyen ejercicio regular, ayudan a abordar la flexibilidad, la fuerza y ​​el movimiento articular. Esto no solo frenará el dolor recurrente, sino que también mejorará su salud general y lo ayudará a perder peso, si es necesario. Su fisioterapeuta trabajará con usted para desarrollar un programa basado en sus síntomas específicos e historial de salud.

Vea una presentación de diapositivas de los ejercicios aprobados por el reumatólogo para la artritis reumatoide.

Los tratamientos activos incluyen:

  • Flexibilidad y fortalecimiento muscular: su rango de movimiento probablemente se verá restringido si tiene artritis reumatoide. Usando ejercicios personalizados de estiramiento y fortalecimiento, su fisioterapeuta lo ayudará a alargar y fortalecer sus músculos, y mejorar el movimiento articular. Los músculos fuertes y delgados manejan mejor el dolor.
  • Ejercicio aeróbico: los ejercicios aeróbicos, como caminar y andar en bicicleta, son ideales para las personas con AR porque fortalecen la columna vertebral sin ejercer una tensión innecesaria en las articulaciones. Los ejercicios aeróbicos también lo ayudarán a perder peso, y unas pocas libras menos le quitarán presión a las articulaciones cansadas.
  • Hidroterapia: se pueden recomendar ejercicios a base de agua para proporcionar un acondicionamiento aeróbico suave.

Su fisioterapeuta le enseñará los principios de "autocuidado" para que comprenda cómo tratar mejor su dolor de artritis reumatoide. El objetivo final es que desarrolle el conocimiento para ayudarlo a controlar sus síntomas usted mismo, sin la supervisión directa de un fisioterapeuta. Es esencial que aprenda los ejercicios y los continúe después de que termine la terapia formal. Si sigue con un programa de ejercicios, tiene muchas más posibilidades de disfrutar de los beneficios a largo plazo de su fisioterapia.

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