Osteoporosis y Fracturas de Compresión
Hay una razón por la cual la osteoporosis se denomina comúnmente "enfermedad ósea frágil". Se debe a la pérdida de densidad ósea causada por una deficiencia en nutrientes para el desarrollo de los huesos como calcio, vitamina D, magnesio y otras vitaminas y minerales.
Uno de los resultados más comunes de los huesos frágiles son las fracturas vertebrales por compresión. Si bien estos tipos de fracturas pueden ser el resultado de traumatismos o tumores, se observan con mayor frecuencia en personas con osteoporosis. De hecho, son la complicación más común de la osteoporosis. En las personas con osteoporosis avanzada, las fracturas por compresión pueden ocurrir como resultado de actividades diarias simples como doblarse, cargar cargas pesadas o una caída menor.
Uno de los resultados más comunes de los huesos frágiles son las fracturas vertebrales por compresión. Se ven con mayor frecuencia en personas con osteoporosis. Fuente de la foto: 123RF.com.
¿Qué son las fracturas por compresión?
La columna vertebral (o columna vertebral) se extiende desde el cráneo hasta la pelvis y está formada por 33 huesos individuales llamados vértebras. Las vértebras se apilan una encima de otra con discos amortiguadores entre ellas. Esto es lo que le da a la columna su flexibilidad. Debido a que las vértebras están formadas por tejido óseo más blando que otros huesos más duros del cuerpo, son particularmente vulnerables a la osteoporosis.
Las fracturas por compresión ocurren cuando las vértebras colapsan, disminuyendo el espacio entre ellas en un 15-20%. Esta compresión causa dolor de espalda crónico, pérdida de altura (es por eso que muchas personas mayores parecen encogerse a medida que envejecen), deformidad (llamada cifosis pero a menudo llamada "joroba de viuda" o "jorobada") y, en casos graves, neurológica síntomas como entumecimiento, hormigueo o debilidad. Si hay múltiples fracturas por compresión a lo largo de la columna vertebral (como es común), es difícil caminar y perder el equilibrio. Esto deja a las personas con un mayor riesgo de caerse y romperse otros huesos, como las caderas.
Las fracturas de compresión a menudo se diagnostican solo después de que una persona busca atención médica para aliviar el dolor o después de una caída. Sin embargo, muchas fracturas por compresión no se diagnostican y sus síntomas se atribuyen a ser una parte inevitable del envejecimiento.
Tratamiento de fracturas por compresión
El tratamiento tradicional para las fracturas por compresión incluye medicamentos para el dolor, reposo en cama, arriostramiento o, en casos muy graves, cirugía. Hoy existen dos tratamientos terapéuticos y preventivos prometedores para las fracturas por compresión llamadas vertebroplastia y cifoplastia. Estos procedimientos utilizan cemento ortopédico, que se inyecta en el espacio entre las vértebras. El cemento se endurece y devuelve el espacio vertebral a su altura original. Este procedimiento puede restaurar la altura, aliviar el dolor y fortalecer otros cuerpos vertebrales que están debilitados pero aún no fracturados, evitando así problemas futuros.
Prevención de fracturas por compresión
La prevención de la osteoporosis es clave para prevenir las fracturas por compresión. Los esfuerzos de prevención deben comenzar temprano con una dieta bien balanceada rica en vitaminas y minerales, hacer ejercicio a diario y tomar decisiones de estilo de vida saludables como no fumar. En las personas para quienes la osteoporosis ya es un problema, existen medicamentos que pueden ayudar a aumentar la densidad y la resistencia ósea. Para estas personas, una dieta saludable y ejercicio también es muy importante.
Mantener la fortaleza ósea no solo lo mantendrá saludable, sino que evitará que sus huesos se vuelvan frágiles y vulnerables a las fracturas. Si le preocupa su salud o sus posibilidades de contraer osteoporosis, hable con su médico. Una exploración de densidad ósea es una forma fácil e indolora de detectar los primeros signos de esta enfermedad.