La custodia compartida se convierte en la norma

En un pasado no muy lejano, el divorcio generalmente significaba que la madre recibiría la custodia exclusiva de los niños y que el padre podía ver a los niños los fines de semana o durante las vacaciones.

Esta práctica parece estar quedando en el camino y, si los registros judiciales de Wisconsin de los últimos 20 años son algo para seguir, la custodia compartida se está convirtiendo en la norma.

Un nuevo estudio, publicado en la revista Demografía, revisa el entorno actual de custodia en los Estados Unidos.

Los investigadores informan que el principio rector del "interés superior del niño" se ha convertido ahora en un estándar para decidir sobre cuestiones de custodia.

Esta nueva postura anula la filosofía de la corte de divorcio que dominó la mayor parte del siglo XX, donde la mayoría de los niños terminaron viviendo con sus madres después del divorcio de sus padres, una filosofía que se ajustaba a las normas de género que consideraban a las madres como mejores cuidadoras de niños especialmente pequeños.

Desde el cambio de milenio, la política de custodia de muchos estados se ha vuelto neutral en cuanto al género y fomenta la participación de ambos padres.

En 1998, Maria Cancian, Ph.D., y su colega Daniel Meyer, Ph.D., publicaron los primeros resultados que muestran una caída en la proporción de madres a las que se les concedió la custodia exclusiva, del 80 por ciento en 1986 al 74 por ciento en 1994.

Los casos de custodia compartida aumentaron del siete por ciento al 14 por ciento.El análisis se basó en todos los registros judiciales de Wisconsin relacionados con niños menores en casos de divorcio entre 1986 y 1994.

Para ampliar aún más este estudio, Cancian y sus colegas ahora han incluido los registros judiciales de Wisconsin relevantes hasta 2008, que comprenden 9,873 casos de divorcio en total.

Muestra cambios sostenidos en los casos de custodia materna exclusiva durante los últimos 20 años: del 80 por ciento en 1986 al 42 por ciento en 2008. Esta disminución se refleja en gran medida en un aumento dramático en la custodia compartida.

La custodia compartida equitativa, en la que los niños pasan la misma cantidad de noches con ambos padres, aumentó del cinco por ciento al 27 por ciento, mientras que la custodia compartida desigual aumentó del tres al 18 por ciento.

Los investigadores creen que se ha alcanzado un hito significativo en la última década, con más sentencias de divorcio dictadas sin la custodia de la madre exclusiva que con ella.

En contraste, ha habido pocos cambios en la proporción de casos de padre con custodia exclusiva: 11 por ciento en 1988 contra nueve por ciento en 2008.

El análisis muestra además que la custodia compartida sigue siendo más probable para las familias de ingresos más altos, mientras que el género y la edad de los niños involucrados no tienen mucho peso.

Los autores creen que los patrones de custodia están cambiando debido a la transformación de las normas sociales y los nuevos procesos mediante los cuales se determina la custodia.

Sus hallazgos podrían tener implicaciones importantes para la estructuración de la política social, como los programas de impuestos y transferencias en EE. UU.

“En general, la tendencia a alejarse de la custodia exclusiva de la madre y hacia la custodia compartida es dramática, lo que representa un cambio sustancial en las situaciones de vida de los hijos de divorciados durante un período relativamente corto”, dijo Cancian.

Fuente: Springer

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