Usar el tamaño de la pupila para sondear el interés, la memoria y la atención

Los ojos cuentan la historia, o más precisamente, el tamaño de las pupilas de una persona puede ser una forma de medir el interés de alguien en un tema en particular, según una nueva investigación.

Los médicos han analizado el tamaño y la reactividad de la pupila para ayudar a diagnosticar enfermedades durante siglos. Quizás menos conocida sea la medición real del diámetro de la pupila para mostrar a qué está prestando atención una persona.

En tiempos más recientes, la “pupilometría” se ha utilizado en psicología social, psicología clínica y en humanos, animales, niños y lactantes.

La pupila cambia de tamaño en reacción a la luz. En una habitación oscura, las pupilas se abren de par en par para dejar entrar más luz; tan pronto como sale a la luz del sol, las pupilas se encogen hasta convertirse en pequeños pinchazos.

La variabilidad evita que la retina sensible, que se encuentra en la parte posterior del ojo, se vea abrumada por la luz brillante.

Algo similar sucede en respuesta a estímulos psicológicos, según el coautor del estudio Bruno Laeng, Ph.D., de la Universidad de Oslo. Cuando alguien ve algo a lo que quiere prestar más atención, la pupila se agranda. No está claro por qué sucede esto, dijo Laeng.

"Una idea es que, al ampliar esencialmente el campo de la entrada visual, es beneficioso para la exploración visual", dijo.

Independientemente de cómo funcione, los científicos psicológicos pueden aprovechar el hecho de que las pupilas de las personas se ensanchan cuando ven algo que les interesa. Laeng y sus colegas han utilizado el tamaño de la pupila para estudiar a las personas que sufrieron daños en el hipocampo, que suelen provocar una amnesia muy grave.

Normalmente, si le muestra a uno de estos pacientes una serie de imágenes, luego se toma un breve descanso y luego le muestra otra serie de imágenes, no saben cuáles han visto antes y cuáles son nuevas.

Pero Laeng midió las pupilas de los pacientes mientras realizaban esta prueba y descubrió que los pacientes en realidad respondían de manera diferente a las imágenes que habían visto antes. "En cierto modo, esta es una buena noticia, porque muestra que algunos de los cerebros de estos pacientes, desconocidos para ellos mismos, son realmente capaces de hacer la distinción", dijo.

Los investigadores creen que la medición de la pupila puede ser un método eficaz para estudiar la atención de los bebés. Los bebés pequeños no pueden decirte a qué están prestando atención.

"Los psicólogos del desarrollo han utilizado todo tipo de métodos para obtener esta información sin usar el lenguaje", dijo Laeng. Ver lo que les interesa a los bebés puede dar pistas sobre lo que son capaces de reconocer: diferentes formas o sonidos, por ejemplo.

Un investigador podría mostrarle a un niño dos imágenes una al lado de la otra y ver cuál mira durante más tiempo. Medir el tamaño de las pupilas de un bebé podría hacer lo mismo sin necesidad de una comparación.

Esta técnica es realmente una extensión del seguimiento ocular para determinar qué está mirando una persona. Laeng y sus coautores esperan convencer a otros científicos psicológicos para que utilicen este método en estudios futuros.

El artículo se publica en Perspectivas de la ciencia psicológica.

Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas

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