Las conexiones cerebrales pueden revelar motivos ocultos
Usando imágenes cerebrales, los científicos han descubierto que la forma en que las diferentes regiones del cerebro se comunican entre sí depende del motivo subyacente de una persona.
Para comprender el comportamiento humano, es crucial comprender los motivos detrás de ellos, según investigadores de la Universidad de Zurich. Observar el comportamiento o pedirle a la gente que explique sus acciones no da resultados fiables, ya que la gente puede no estar dispuesta a revelar, o incluso ser consciente de, sus propios motivos.
Para el estudio, el psicólogo y neurocientífico Dres. Grit Hein y Ernst Fehr, del Departamento de Economía de la Universidad de Zúrich, se unieron a Yosuke Morishima, Susanne Leiberg y Sunhae Sul, y descubrieron que la forma en que las regiones cerebrales relevantes se comunican entre sí cambia según los motivos que impulsan una elección de comportamiento específica.
La interacción entre las regiones del cerebro permitió a los investigadores identificar los motivos subyacentes. Estos motivos no pudieron descubrirse observando las elecciones de la persona o basándose en las regiones del cerebro que se activan durante la toma de decisiones, señalan los investigadores.
Para el estudio, los participantes fueron colocados en un escáner de resonancia magnética funcional y tomaron decisiones altruistas impulsadas por un motivo de empatía (el deseo de ayudar a una persona) o un motivo de reciprocidad (el deseo de corresponder a la bondad previa de un individuo).
El simple hecho de observar la actividad funcional de regiones específicas del cerebro no podría revelar el motivo subyacente a las decisiones, según los científicos, ya que las mismas áreas del cerebro se iluminaron en ambos entornos.
"Sin embargo, utilizando análisis de modelos causales dinámicos (DCM), pudimos investigar la interacción entre estas regiones del cerebro y encontramos marcadas diferencias entre las decisiones basadas en la empatía y las basadas en la reciprocidad", dijo Hein.
"El impacto de los motivos en la interacción entre diferentes regiones del cerebro fue tan fundamentalmente diferente que podría usarse para clasificar el motivo de una persona con gran precisión".
El estudio también encontró que los motivos se procesan de manera diferente en personas egoístas y prosociales. En las personas egoístas, el motivo de la empatía aumentó el número de decisiones altruistas, pero no el motivo de reciprocidad.
Después de activar el motivo de la empatía, los individuos egoístas se parecían a las personas con preferencias prosociales en términos de conectividad cerebral y comportamiento altruista, encontró el estudio.
Por el contrario, las personas prosociales se comportaron de forma aún más altruista después de activar la reciprocidad, pero no el motivo de la empatía, según los investigadores.
Fuente: Universidad de Zurich