Juntos, el placebo y la distracción aumentan el alivio del dolor

Un nuevo estudio sugiere que, a través de la neuroimagen, un placebo reduce el dolor de la misma manera que distrae a la persona que sufre.

En ambas situaciones, los científicos observan la actividad cerebral en la corteza prefrontal dorsolateral, la parte del cerebro que controla las funciones cognitivas de alto nivel como la memoria de trabajo y la atención.

Ahora, sin embargo, un nuevo estudio desafía la teoría de que el efecto placebo es una función cognitiva de alto nivel.Los resultados podrían ayudar a los médicos a maximizar el alivio del dolor sin medicamentos.

Para el estudio, los investigadores redujeron el dolor de dos maneras, ya sea dando a los participantes un placebo o una tarea de memoria difícil.

Pero cuando juntaron los dos, “el nivel de reducción del dolor que experimentaron las personas se sumó. No hubo interferencia entre ellos ”, dice Jason T. Buhle de la Universidad de Columbia. "Eso sugiere que dependen de mecanismos separados".

Para el estudio, 33 voluntarios asistieron a tres sesiones separadas. En el primero, los investigadores aplicaron calor a la piel con una pequeña placa de metal y ajustaron la percepción del dolor de cada persona. En la segunda sesión, a algunos de los sujetos se les dio una crema para la piel normal, pero se les dijo que era un analgésico potente pero seguro. Los demás aplicaron la crema y les dijeron que era una crema de manos normal.

En los ensayos solo con placebo, los voluntarios miraron una cruz en una pantalla y se les pidió que calificaran el dolor de numerosas aplicaciones de calor: el mismo nivel de dolor, aunque se les dijo que variaba.

Durante otros ensayos se les asignó una tarea de memoria difícil: distracción y placebo simultáneamente. Para la tercera sesión, las personas que habían recibido la crema simple recibieron el "analgésico" y viceversa. El procedimiento fue el mismo.

Los resultados muestran que cuando la tarea de memoria o el placebo se administraron solos, los voluntarios sintieron menos dolor que durante los ensayos cuando solo miraban la cruz. Juntos, los dos efectos se sumaron y no interactuaron ni interfirieron entre sí. Esto sugiere que el efecto placebo no requiere atención ejecutiva ni memoria de trabajo.

"La neuroimagen es genial", dice Buhle, "pero debido a que cada región del cerebro hace muchas cosas, cuando ves la activación en un área en particular, no sabes qué proceso cognitivo la impulsa".

Los hallazgos son prometedores para aliviar el dolor. Los médicos utilizan tanto placebos como distracciones, por ejemplo, la realidad virtual en las unidades de quemados, pero no está claro si uno podría disminuir la eficacia del otro. "Este estudio muestra que puede usarlos juntos", dice Buhle, "y aprovechar al máximo su dinero sin medicamentos".

La investigación se publica en ciencia psicológica.

Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas

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