Los factores cardiovasculares pueden aumentar el riesgo de Alzheimer
En un nuevo estudio, los investigadores han descubierto un vínculo entre el deterioro cognitivo leve, los factores de riesgo cardiovascular elevados y la enfermedad de Alzheimer.
Se han realizado avances hacia la determinación de la probabilidad de desarrollar demencia, ya que los científicos han descubierto que los factores metabólicos y genéticos influyen en el trastorno.
Además, algunos factores de riesgo vascular, como la hipertensión, la dislipidemia, la diabetes o el tabaquismo, pueden provocar un trastorno en la arquitectura de los vasos extracraneales o intracraneales, lo que puede ser responsable de un envejecimiento precoz del cerebro.
Sin embargo, no se dispone de herramientas fiables para la identificación temprana de sujetos con mayor riesgo de evolución de deterioro cognitivo leve a EA.
En un estudio reciente, un grupo de investigación de la Clínica Neurológica del Hospital Universitario Ospedali Riuniti di Ancona y la Universidad Politécnica de Marche, Ancona, Italia, evaluó la confiabilidad del perfil de riesgo cardiovascular de Framingham (FCRP) para la predicción de la evolución de la enfermedad cognitiva leve. deterioro de la EA.
FCRP es una puntuación comúnmente adoptada que se utiliza para calcular el riesgo de eventos cardiovasculares o cerebrovasculares a lo largo de un período de 10 años.
Los autores del estudio seleccionaron el FCRP para evaluar si algunas afecciones comunes, como la hipertensión o la diabetes, podrían estar involucradas en el aumento del riesgo de desarrollar demencia.
Los resultados de este estudio aparecen en elRevista de la enfermedad de Alzheimer.
La nueva investigación, coordinada por Mauro Silvestrini, Leandro Provinciali y Giovanna Viticchi como investigadora principal, demostró que en sujetos afectados por deterioro cognitivo leve, la presencia de puntuaciones altas de FCRP se asocia con un mayor riesgo de desarrollar EA.
Estos resultados podrían tener un impacto relevante en el manejo de la demencia porque la prevención de los factores de riesgo vascular y el tratamiento del daño vascular pueden reducir la incidencia de EA.
Reducir y prevenir la progresión del daño vascular podría representar un objetivo terapéutico principal para la prevención del deterioro cognitivo.
Fuente: IOS Press / Alpha Galileo
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