Trastornos del estado de ánimo relacionados con la pérdida del sueño en los adolescentes

La pérdida de sueño y la falta crónica de sueño es un problema para muchos niños y adolescentes. Quedarse despierto hasta tarde y levantarse temprano para ir al trabajo o la escuela se ha convertido en una forma de vida, especialmente con el uso cada vez mayor de teléfonos y tabletas hasta altas horas de la noche.

Sin embargo, a los investigadores les preocupa que este jet lag social pueda resultar en graves riesgos para la salud y la salud mental. Un nuevo estudio sugiere que para los adolescentes, incluso un período corto de restricción del sueño podría, a largo plazo, aumentar su riesgo de depresión y adicción.

Los investigadores de la Universidad de Pittsburgh invitaron a 35 participantes, de entre 11,5 y 15 años, a un laboratorio del sueño durante dos noches. La mitad de los participantes durmió durante 10 horas, mientras que la otra mitad durmió solo cuatro horas. Una semana después, regresaron al laboratorio por otras dos noches y adoptaron el horario de sueño opuesto al de su visita inicial.

Cada vez que visitaban el laboratorio, los participantes se sometían a escáneres cerebrales mientras jugaban un juego que implicaba recibir recompensas monetarias de $ 10 y un dólar. Al final de cada visita, los adolescentes respondieron preguntas que midieron su funcionamiento emocional, así como los síntomas de depresión.

Los resultados de las imágenes cerebrales mostraron que la falta de sueño afectó al putamen, un área del cerebro que juega un papel en los movimientos basados ​​en objetivos y en el aprendizaje de las recompensas.

Cuando los participantes estaban privados de sueño y la recompensa en el juego que jugaban era mayor, el putamen respondía menos. En la condición de reposo, la región del cerebro no mostró ninguna diferencia entre las condiciones de recompensa alta y baja.

Investigadores principales Drs. Peter Franzen y Erika Forbes también encontraron conexiones entre la restricción del sueño y el estado de ánimo. Específicamente, encontraron que después de una noche de sueño restringido, los participantes que experimentaron menos activación en el putamen también reportaron más síntomas de depresión.

Esto es consistente con los hallazgos de una gran cantidad de estudios sobre la depresión y los circuitos de recompensa que sugieren que la depresión se caracteriza por una menor actividad en el sistema de recompensa del cerebro.

Los investigadores creen que la falta de sueño en la adolescencia puede interferir con la forma en que el cerebro procesa las recompensas. La dificultad en el procesamiento de recompensas podría alterar el estado de ánimo y poner a la persona en riesgo de depresión, así como de comportamientos de riesgo y adicción.

Fuente: Colegio Americano de Neuropsicofarmacología

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