La depresión desafía el abandono del hábito de fumar, pero puede superarse
Un nuevo estudio internacional descubre que es especialmente difícil para las personas diagnosticadas con depresión dejar de fumar.
Los investigadores explican que las personas diagnosticadas con depresión tienen aproximadamente el doble de probabilidades de fumar que la población en general y, aunque intentan dejar de fumar más que otros, tienen menos éxito.
La adicción al tabaco incluye componentes tanto mentales como físicos, y los esfuerzos para dejar de fumar deben tener en cuenta la abstinencia de la nicotina, así como la ansiedad y el estrés.
En el nuevo estudio, los investigadores encuestaron a 6811 participantes de Australia, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos.
Descubrieron que, aunque los fumadores deprimidos intentaban dejar de fumar con más frecuencia que otros fumadores, tenían más probabilidades de volver a fumar en un mes.
Esta tendencia parecía ser más fuerte para las mujeres que para los hombres.
El estudio aparece en la revista científicaAdiccion.
Los investigadores creen que los profesionales de la salud deben ser conscientes de que los fumadores con depresión pueden estar muy motivados para dejar de fumar, pero a menudo necesitarán apoyo adicional.
Los investigadores explican que es posible dejar de fumar para las personas con depresión, aunque se justifica un enfoque detallado.
Existe evidencia muy sólida de que consultar a un especialista en dejar de fumar (p. Ej., Un asesor de Quitline) y también usar productos de nicotina como el parche cutáneo de nicotina y la goma de mascar de nicotina (idealmente más de un producto a la vez) es efectivo.
Además, el medicamento de venta con receta vareniclina (Champix), mejora sustancialmente las posibilidades de los fumadores de dejar de fumar con éxito.
Fuente: Wiley / EurekAlert