La estimulación cerebral se muestra prometedora como tratamiento para la obesidad

Estimular el cerebro para alterar su sistema de recompensa intrínseco es prometedor en el tratamiento de la obesidad, según los resultados presentados en la reunión anual de la Sociedad Europea de Endocrinología de 2018.

Según los investigadores, la técnica ha dado resultados positivos después de una sola sesión de tratamiento, revelando su potencial para convertirse en una alternativa más segura para tratar la obesidad, evitando la cirugía invasiva y los efectos secundarios de los medicamentos.

La obesidad es una epidemia mundial, con aproximadamente 650 millones de adultos y 340 millones de niños y adolescentes considerados obesos. La enfermedad contribuye a aproximadamente 2.8 millones de muertes cada año en todo el mundo.

Se ha informado que, en algunos casos de obesidad, el sistema de recompensa en el cerebro puede estar alterado, provocando una mayor respuesta de recompensa a la comida que en las personas de peso normal, señalan los investigadores. Esto puede hacer que los pacientes sean más vulnerables a los antojos y puede provocar un aumento de peso.

Esta disfunción en el sistema de recompensa también se puede ver en casos de adicción a sustancias como las drogas o el alcohol o conductas como el juego.

La estimulación magnética transcraneal profunda (dTMS) es un tratamiento médico que utiliza energía magnética para estimular las neuronas en áreas específicas del cerebro. Se usa para tratar la depresión y las conductas adictivas y estudios previos han sugerido que la dTMS podría ser una buena opción para reducir los antojos de drogas y alimentos.

Para este estudio, el profesor Livio Luzi y sus colegas del Istituto di Ricovero e Cura a Carattere Scientifico Policlinico en Italia investigaron los efectos de la dTMS sobre el apetito y la saciedad en personas obesas.

Estudiaron los efectos de una sola sesión de 30 minutos de dTMS, a alta o baja frecuencia, sobre los marcadores sanguíneos potencialmente asociados con la recompensa alimentaria en un grupo de 40 pacientes obesos.

Los investigadores descubrieron que la dTMS de alta frecuencia aumentaba significativamente los niveles sanguíneos de beta-endorfinas, neurotransmisores involucrados en producir una mayor sensación de recompensa después de la ingestión de alimentos, en comparación con los controles o dTMS de baja frecuencia.

“Por primera vez, este estudio puede sugerir una explicación de cómo la dTMS podría alterar los antojos de alimentos en sujetos obesos”, dijo Luzi. "También descubrimos que algunos marcadores sanguíneos potencialmente asociados con la recompensa alimentaria, por ejemplo, la glucosa, varían según el sexo, lo que sugiere diferencias entre hombres y mujeres en la vulnerabilidad de los pacientes a los antojos de alimentos y su capacidad para perder peso".

Dado que este estudio solo midió los cambios en los marcadores sanguíneos, los próximos pasos para los investigadores incluyen el uso de estudios de imágenes cerebrales para identificar cómo la dTMS de alta frecuencia cambia la estructura y función del cerebro obeso, tanto a corto como a largo plazo, y extender este tratamiento a un población de pacientes obesos.

“Dados los efectos angustiantes de la obesidad en los pacientes y la carga socioeconómica de la enfermedad, es cada vez más urgente identificar nuevas estrategias para contrarrestar las tendencias actuales de la obesidad”, dijo Luzi. "DTMS podría presentar una alternativa mucho más segura y económica para tratar la obesidad en comparación con los medicamentos o la cirugía".

Fuente: Sociedad Europea de Endocrinología.

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