Las decisiones difíciles aumentan la actividad en la corteza insular del cerebro

Los investigadores pueden saber cuánto está luchando con una tarea o decisión basándose en información sensorial al observar la actividad de la corteza insular de su cerebro, según un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Georgia.

Por ejemplo, si está conduciendo por la carretera y de repente ve un objeto frente a usted, debe decidir qué acción tomar, como reducir la velocidad o rodear el objeto. Si la situación sigue sin estar clara y aún no está seguro de qué hacer, tal vez todavía esté tratando de averiguar si es un animal o una caja, entonces la actividad de su corteza insular se disparará.

Los hallazgos arrojan luz sobre el papel de la corteza insular en la toma de decisiones perceptivas, que hasta ahora ha sido un misterio.

El estudio involucró a 33 participantes con visión normal o corregida a normal y antecedentes neurológicos normales. Los sujetos completaron cuatro tareas de toma de decisiones perceptivas, en las que los investigadores manipularon los estímulos visuales y audiovisuales para crear diversos grados de dificultad de la tarea.

Se realizaron experimentos de comportamiento tanto dentro como fuera del escáner de resonancia magnética. Fuera del escáner de resonancia magnética, se pidió a los participantes que indicaran sus decisiones de la manera más rápida y precisa posible con clics izquierdo y derecho del mouse para dos estímulos dados.

Dentro del escáner de resonancia magnética, se pidió a los participantes que percibieran los estímulos presentados, esperaran a que se mostrara un signo de interrogación en la pantalla y luego indicaran su elección presionando una tecla de respuesta en un cuadro de botones.

Los investigadores también midieron las señales dependientes del nivel de oxígeno en sangre (BOLD) y examinaron el papel de la ínsula anterior en la fácil y difícil toma de decisiones de percepción.

En las cuatro tareas experimentales, los investigadores encontraron que la actividad de la ínsula anterior aumentaba constantemente con la dificultad de la tarea.

Para la percepción de expresiones faciales, por ejemplo, la ínsula anterior se activó significativamente más para imágenes borrosas o "ruidosas" en comparación con imágenes claras. Los investigadores también encontraron una mayor actividad BOLD para las tareas difíciles en comparación con las más fáciles. El rendimiento conductual de los participantes también cambió cuando la información sensorial no estaba clara.

"Este estudio encontró que la actividad de la ínsula anterior puede predecir qué tan bien se percibe la información sensorial o cuál es el nivel de dificultad de la tarea perceptiva", dijo el Dr. Mukesh Dhamala, profesor asociado del Departamento de Física y Astronomía del estado de Georgia.

"Esta investigación es importante porque la ínsula anterior, junto con dos estructuras cerebrales cercanas, forman la red de prominencia, y cuando esta red se ve afectada, afecta la capacidad de cambiar entre tareas y tener pensamientos coherentes".

"El deterioro en esta red podría estar relacionado con enfermedades psiquiátricas, como la esquizofrenia, la demencia y el autismo, por lo que es esencial aprender más sobre cómo debería funcionar esta área del cerebro".

Los hallazgos se publican en la revista Neurociencia.

Fuente: Universidad Estatal de Georgia

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