Incluso sin estrés, los efectos del TEPT persisten en las regiones del cerebro

La investigación emergente sobre el trastorno de estrés postraumático (PTSD) encuentra que áreas específicas del cerebro pueden mostrar efectos de trauma incluso en situaciones no estresantes.

Estudios de imágenes previos de personas con TEPT han demostrado que estas regiones del cerebro pueden reaccionar de forma exagerada o insuficiente en respuesta a tareas estresantes, como recordar un evento traumático o reaccionar a una foto de una cara amenazante.

Los investigadores ahora creen que el trauma crónico puede infligir un daño duradero a las regiones del cerebro asociadas con el miedo y la ansiedad.

En el nuevo estudio, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York exploraron por primera vez lo que sucede en el cerebro de los veteranos de combate con TEPT en ausencia de desencadenantes externos.

Los investigadores dicen que los hallazgos, publicados en Cartas de neurociencia, muestran que los efectos del trauma persisten en ciertas regiones del cerebro incluso cuando los veteranos de combate no están involucrados en tareas cognitivas o emocionales y no enfrentan amenazas externas inmediatas.

Los expertos creen que este conocimiento es un paso fundamental hacia mejores diagnósticos y tratamientos para el PTSD, ya que muestra qué áreas del cerebro provocan síntomas traumáticos.

El trastorno de estrés postraumático puede plagar a las víctimas con recuerdos perturbadores, flashbacks, pesadillas e inestabilidad emocional. Entre los 1,7 millones de hombres y mujeres que han servido en las guerras en Irak y Afganistán, se estima que el 20 por ciento tiene PTSD. Las investigaciones muestran que el riesgo de suicidio es mayor en los veteranos con PTSD.

Trágicamente, más soldados se suicidaron en 2012 que el número de soldados que murieron en combate en Afganistán ese año.

"Es fundamental tener una prueba objetiva para confirmar el diagnóstico de TEPT, ya que los autoinformes pueden ser poco fiables", dijo el coautor Charles Marmar, M.D.

El estudio, dirigido por Xiaodan Yan, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, examinó la actividad cerebral "espontánea" o "en reposo" en 104 veteranos de combate de las guerras de Irak y Afganistán mediante resonancia magnética funcional, que mide los niveles de oxígeno en sangre en el cerebro.

Los investigadores encontraron que la actividad cerebral espontánea en la amígdala, una estructura clave en el "circuito del miedo" del cerebro que procesa las emociones de miedo y ansiedad, fue significativamente mayor en los 52 veteranos de combate con PTSD que en los 52 veteranos de combate sin PTSD.

El grupo de PTSD también mostró una actividad cerebral elevada en la ínsula anterior, una región del cerebro que regula la sensibilidad al dolor y las emociones negativas.

Además, el grupo de TEPT tenía menor actividad en el precuneus, una estructura escondida entre los dos hemisferios del cerebro que ayuda a integrar información del pasado y del futuro, especialmente cuando la mente está divagando o desconectada del pensamiento activo.

La disminución de la actividad en el precuneus se correlaciona con síntomas de "re-experimentación" más graves, es decir, cuando las víctimas vuelven a experimentar el trauma una y otra vez a través de flashbacks, pesadillas y pensamientos aterradores.

Fuente: NYU Langone Medical Center / New York University School of Medicine

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