'Tiger Moms' vs Euro-American Moms termina en empate
La controversia sobre las diferentes prácticas culturales para la crianza de los niños fue alimentada por un controvertido artículo de 2011 en el Wall Street Journal titulado "Por qué las madres chinas son superiores".El tema ha continuado provocando un debate cultural entre los padres después de que la autoproclamada "madre tigre" Amy Chua afirmó que los métodos de crianza asiático-americanos producen hijos más exitosos.
Ahora, una nueva investigación realizada por investigadores de la Universidad de Stanford arroja luz sobre las diferencias clave en los métodos de crianza entre los estadounidenses de origen asiático y los estadounidenses de origen europeo.
El estudio se encuentra en la revista Boletín de personalidad y psicología social (PSPB).
Para revelar las diferencias culturales en la crianza de los hijos, los investigadores comparan cómo los estudiantes de secundaria asiático-americanos y europeos-americanos describen su relación con sus madres y cómo la presión de sus madres influye en su relación.
También examinan si las madres ayudan a motivar a sus hijos durante una tarea académica desafiante.
La investigadora principal Alyssa Fu dijo que su estudio se centra en las relaciones maternas porque en las familias asiático-americanas "las madres tienden a participar más directamente en el rendimiento académico de sus hijos".
Según Fu, "los padres asiático-americanos animan a sus hijos a verse a sí mismos como parte de una relación duradera con ellos".
En otras palabras, se anima a los niños estadounidenses de origen asiático a ser interdependientes.
A los niños europeo-americanos, por otro lado, se les anima a ser independientes. Los padres animan a sus hijos a verse a sí mismos como individuos separados de ellos y a explorar sus pensamientos y experiencias únicos.
Esta diferencia clave entre los modelos parentales asiático-americano y europeo-americano tiene un efecto directo sobre la capacidad de las madres para motivar a sus hijos en un entorno académico.
Fu y Markus diseñaron cuatro estudios para investigar estas diferencias.
El primer y segundo estudio
En el primer estudio, los estudiantes respondieron preguntas abiertas sobre sus madres.
Los niños estadounidenses de origen asiático eran más propensos a mencionar la relación de su madre con ellos (por ejemplo, ella me empuja a tener éxito), mientras que los niños estadounidenses de origen europeo tenían más probabilidades de describir a sus madres como una persona separada de ellos; se centraron en sus atributos y su apariencia (por ejemplo, tiene los ojos azules y le gusta leer).
Es probable que ambos grupos de niños describan a sus madres de manera positiva y como una fuente de apoyo.
En el segundo estudio, se pidió a los estudiantes que calificaran qué tan conectados se sentían con sus madres y cuánto experimentaban la presión de sus madres.
Como se predijo, los estudiantes asiáticoamericanos experimentan una mayor interdependencia con sus madres. También experimentan una mayor presión por parte de sus madres, pero no informaron sentirse menos apoyadas por sus madres debido a esa presión.
Es decir, los niños estadounidenses de origen asiático todavía pueden sentirse apoyados por sus madres independientemente del aumento de la presión sobre ellos.
Los niños estadounidenses de origen europeo informan que experimentan la presión de sus madres como algo negativo, y cuanto más presión sienten, menos apoyados por sus madres.
Los niños euroamericanos también son más propensos a sentir que sus madres no los comprenden. Como reacción a esa presión percibida, es más probable que los niños euroamericanos afirmen su independencia.
El tercer y cuarto estudio
En los estudios tercero y cuarto, a los estudiantes se les presentó una tarea académica desafiante diseñada para inducir una experiencia de fracaso.
Al pensar en sus madres, los niños estadounidenses de origen asiático estaban más motivados para completar la tarea después de experimentar un fracaso que los niños estadounidenses de origen europeo. Los niños estadounidenses de origen europeo estaban más motivados cuando se les pedía que pensaran en sí mismos.
En particular, los niños estadounidenses de origen asiático no solo estaban motivados por pensar en sus madres, sino que también pueden estar motivados cuando recuerdan un momento en que sus madres los presionaron, cuando ella los regañó.
Específicamente, cuando los estadounidenses de origen asiático recordaron la interdependencia de su madre con ellos, se sintieron más motivados por su presión que si no se les recordaba su interdependencia con ellos.
En otras palabras, cuando los estadounidenses de origen asiático se sienten conectados con sus madres, pueden usar su presión para estar más motivados.
Resultados de estudios
Juntos, los cuatro estudios subrayan las diferencias fundamentales en los métodos de crianza entre culturas.
Las "madres tigre" son una motivación para los niños asiático-americanos porque la interdependencia les permite a sus hijos aprovechar su conexión con su madre para mantener su motivación en una tarea difícil. Los niños euroamericanos, por otro lado, se ven a sí mismos como independientes de sus madres y no están motivados por la presión de su madre.
En contextos europeo-americanos, la superación del fracaso es un proyecto personal, no un proyecto grupal.
Estos resultados también tienen implicaciones más allá del hogar y pueden extenderse a la dinámica entre estudiantes y profesores.
“Por ejemplo, al igual que los estadounidenses de origen asiático están sintonizados con las expectativas de sus madres, también están sintonizados con la jerarquía y prestan más atención a la autoridad de un maestro que los estudiantes de origen europeo”, explicó Fu.
El artículo original de Chua provocó un choque cultural sobre las "madres tigre". Este estudio ilustra que ambos lados del debate merecen puntos.
Es decir, las madres euroamericanas tienen razón al suponer que demasiada participación materna puede sofocar la motivación, porque inculcan en sus hijos un fuerte sentimiento de independencia.
Por el contrario, las "madres tigre" asiático-americanas que son capaces de aprovechar la interdependencia que tienen con sus hijos tienen la misma razón en que su presión material es beneficiosa, de hecho, esencial para la motivación de sus hijos.
Fuente: Sociedad de Personalidad y Psicología Social.