El análisis del habla ayuda a diagnosticar la enfermedad de Parkinson

Una nueva técnica innovadora para ayudar en el diagnóstico temprano de la enfermedad de Parkinson implica el análisis de la voz y la articulación.

El profesor Shimon Sapir, del Departamento de Ciencias y Trastornos de la Comunicación de la Universidad de Haifa, desarrolló la técnica en colaboración con científicos estadounidenses con financiación de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).

Los resultados del estudio se publican en el Revista de investigación del habla, el lenguaje y la audición.

“Esta es una técnica no invasiva, confiable y precisa que solo requiere que el paciente lea en voz alta unas pocas oraciones simples”, explica el Prof. Sapir.

Los síntomas característicos de la enfermedad de Parkinson incluyen rigidez de los músculos, temblores, movimientos lentos y pérdida del equilibrio.

La enfermedad se diagnostica con frecuencia en función de estos síntomas, que generalmente ocurren cuando la enfermedad ya está más avanzada. El diagnóstico se realiza cuando alrededor del 60 por ciento de las células nerviosas en el área del cerebro que controla la actividad motora ya están dañadas. Este diagnóstico tardío compromete la eficacia de la terapia y la rehabilitación.

Según el profesor Sapir, los músculos que controlan la voz y el habla también se ven afectados por la enfermedad en la mayoría de los pacientes, y existe alguna evidencia que sugiere que las anomalías del habla pueden anteceder a los síntomas clásicos de la enfermedad.

Agrega que, en teoría, un análisis acústico de la voz es lo suficientemente sensible como para ayudar a detectar anomalías sutiles en el habla que están presentes en las primeras etapas de la enfermedad pero que no son perceptibles para los oyentes.

"Hablando estadísticamente, las pruebas acústicas existentes no detectaron diferencias significativas entre la articulación del habla de las personas con EP temprana y el habla de las personas sanas, incluso cuando esas diferencias a veces ya eran notables para el oyente", señala el profesor Sapir, y sugiere que "esta falta de detección de diferencias acústicas tiene que ver con las diferencias relativamente grandes entre las señales de voz de los hablantes, que se debe principalmente a las diferencias anatómicas entre los hablantes".

El método desarrollado por el profesor Sapir minimiza los efectos de la variabilidad del hablante y maximiza la sensibilidad del análisis acústico a las verdaderas diferencias entre el habla de los individuos con EP y el de los hablantes sanos.

El Prof. Sapir y sus colegas probaron la utilidad del método de análisis acústico. Los resultados mostraron que el sistema de análisis fue sensible a los cambios que ocurrieron en aquellos pacientes que se habían sometido a terapia para el habla. Es importante destacar que los científicos de Alemania que utilizaron el método del profesor Sapir también han informado que han revelado diferencias significativas entre los hablantes con etapas tempranas de EP y los hablantes sanos con habla normal.

En conjunto, estos hallazgos indican que el método desarrollado por el Prof. Sapir no solo permite el diagnóstico temprano de la EP, sino que también permite rastrear los cambios en los pacientes con EP que pueden ocurrir en respuesta al tratamiento o a medida que avanza la enfermedad.

“Los médicos y científicos están de acuerdo en que el diagnóstico temprano de la EP es importante para frenar o incluso prevenir el progreso degenerativo de esta enfermedad. Hoy en día no hay ningún tratamiento disponible para este efecto, pero cuando el tratamiento sea factible, el diagnóstico temprano será crucial. Existen varios métodos de imágenes cerebrales para detectar los primeros signos de la enfermedad de Parkinson, pero estos métodos son costosos, especialmente cuando se intenta evaluar una gran población en riesgo. De ahí la importancia de desarrollar técnicas para el diagnóstico temprano que sean válidas, confiables, no invasivas, simples, fácilmente disponibles y económicas ”, explica el Prof. Sapir.

Destaca que “si bien nuestros resultados iniciales son muy alentadores, se deben realizar estudios adicionales para examinar el nuevo método. Además, dado que la enfermedad y su progresión tienen diferentes efectos en las personas, el análisis del habla debe incorporarse a una batería de pruebas que examinen otros signos y síntomas de la enfermedad, como cambios en la escritura, funciones cognitivas, sentido del olfato, etc. . "

Fuente: Universidad de Haifa

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