Tres desafíos cruciales para los padres de hoy

Cada año, más información apunta a la conexión entre la participación del padre y los resultados positivos del desarrollo de los niños. Estar presente y ser padres de manera proactiva afectan todos los dominios del bienestar de los niños. Los padres juegan un papel único en la vida de sus hijos y, a medida que los tiempos cambian y los roles evolucionan, surgen nuevos desafíos.

La crianza de los hijos, en general, nunca ha sido más exigente con la proliferación de opciones, tecnología y la pérdida de muchos factores de protección de la familia y la comunidad. Si bien querer lo mejor para nuestras familias está en la vanguardia de nuestro pensamiento, tres aspectos importantes del desarrollo ayudarán a los padres a participar en esta visión de adentro hacia afuera.

1. Desarrollo como padre

Los roles de los padres continúan evolucionando y muchos padres toman un papel más activo en la crianza de los hijos. Y la investigación sobre estilos de crianza aclara la necesidad de que los padres sean tanto solidarios como exigentes. Las relaciones requieren atención constante y tener rituales que construyan el vínculo entre padres e hijos es crucial. La confianza, la autonomía y la iniciativa se desarrollan dentro de este vínculo y la corriente receptiva de conexión.

Además, la crianza proactiva significa que la disciplina se trata de enseñar más que de castigar. Los padres pueden tener un impacto significativo al centrarse en los principios de la crianza autorizada. Esto incluye enseñar lo que usted quiere que sus hijos sepan y hagan en lugar de enfocarse en manejar los comportamientos negativos.

Una gran cantidad de información apunta a los beneficios de que los padres sean cálidos y receptivos al mismo tiempo que brindan una estructura, opciones y límites consistentes. Los niños están mejor regulados, socialmente hábiles y más capaces de resolver problemas cuando los padres adoptan un enfoque equilibrado. Pero este estilo autoritario debe evolucionar a medida que los niños se desarrollan y requiere que los padres se adapten en el proceso. Comprender las necesidades de los niños en el marco del desarrollo es fundamental para una conexión saludable entre padre e hijo y para proporcionar estabilidad a través de las transiciones.

En resumen, ciertos principios de la crianza de los hijos se entretejen en cada etapa de la niñez. Sin embargo, a medida que los niños se desarrollan, los padres deben adaptarse a los desafíos de la etapa actual que trae nuevas tareas tanto para el niño como para el padre.

2. Desarrollo como adulto

Las etapas del desarrollo infantil están bien documentadas. Se ha prestado menos atención a las etapas del desarrollo adulto, que a menudo se presentan como una talla única para todos desde la posadolescencia en adelante. Una razón profunda es que en algún momento el desarrollo de los adultos es opcional y requiere una elección proactiva, basada en la visión y el potencial. Los padres pueden elegir este arco de desarrollo, uno que enriquece la experiencia y amplía el conocimiento y las habilidades en el rol.

Este camino de autodesarrollo profundiza y aumenta la conciencia de uno mismo, las relaciones y cómo funciona el mundo. Los adultos que participan en este proceso reflexionan sobre sus experiencias y consideran proactivamente las metas, el crecimiento personal y la profundización de las relaciones. Al volvernos más conscientes y capaces, podemos ver a los demás con mayor claridad. Y este espacio de desarrollo nos permite ver verdaderamente a nuestros hijos, sus necesidades y dones únicos, en lugar de enredarnos en su historia.

Si bien este proceso es complejo, cabe señalar que solo existe una pequeña correlación entre la edad y las etapas del desarrollo adulto. De hecho, la mayoría de los adultos no se desarrollan hasta el punto de reflexionar sobre roles como la paternidad, lo que han aprendido de su experiencia de ser padres y los valores paternales arraigados en la sociedad.

El camino del desarrollo requiere que los padres consideren estos aspectos y asuman un papel más autoritario basado en valores autoidentificados. Si bien este concepto se simplifica, el desarrollo avanza en complejidad en los ámbitos intrapersonal e interpersonal, centrado en nuestra forma de conocer (cognitivo) y de creación de significado (socioemocional). Generalmente, los adultos maduran en una progresión:

  • Egocéntrico para ...
  • Relación y función centrada en ...
  • Autorización propia y centrada en valores para ...
  • Centrado en principios

Desarrollarse como adulto es un proceso continuo de reflexión y adaptación. Al volvernos más conscientes de nosotros mismos, enfrentamos los desafíos de la vida de maneras más capaces y desde adentro hacia afuera. Con el autodesarrollo, los padres pueden encontrar mejor a sus hijos donde se encuentran en su propio camino evolutivo.

3. Dar sentido a nuestra historia

Lo que hemos aprendido de la investigación sobre el apego y el desarrollo es que tejemos nuestras historias de vida basadas en el significado. Un dicho sabio ofrece que lo mejor que podemos darles a nuestros hijos son raíces y alas. Pero debemos ser conscientes de nuestra propio raíces primero. Dar sentido a nuestra infancia y nuestra experiencia de ser padres es un poderoso predictor de nuestra capacidad de ser padres.

Reflexionar sobre estos años de formación ayuda a los padres a estar presentes y a tener confianza en el momento. Lo que no hemos encontrado sentido tiende a inmiscuirse en el presente y se entromete en las interacciones padre-hijo en formas cargadas emocionalmente o en desconexión (incluso podría encontrarse usando tu frases exactas o ultimátums de los padres). Es importante destacar que tener una narrativa personal clara nos libera para ser padres independientemente de nuestro pasado. Ninguna infancia es perfecta, incluso si nuestros recuerdos tienen escenas idílicas. El continuo de experiencias desde buenos recuerdos hasta tiempos difíciles se vuelve más claro bajo la luz de la reflexión y la creación de significado. Y podemos aprender y dar sentido a las experiencias de apoyo o adversas que nos liberan para elegir quién queremos ser como padre en el momento.

En resumen, estos tres caminos de desarrollo requieren que los padres den un paso atrás y consideren cómo su propio crecimiento, visión y experiencias tempranas influyen en la relación entre padres e hijos. Al abordar estos desafíos del desarrollo, los padres pueden brindar un espacio abierto y rico para que sus hijos sean y crezcan. Si bien estos tres caminos son desafiantes, el esfuerzo es una inversión valiosa en uno mismo, la paternidad y la familia.

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