Una educación más prolongada reduce el riesgo de demencia

Los científicos creen que han determinado por qué las personas que permanecen en la educación por más tiempo tienen un menor riesgo de desarrollar demencia.

Un equipo de investigadores del Reino Unido y Finlandia cree que la respuesta es que una mayor educación permite a las personas afrontar mejor los cambios en el cerebro asociados con la demencia.

En el estudio, los científicos examinaron los cerebros de 872 personas que habían sido parte de tres grandes estudios sobre el envejecimiento y que antes de morir habían completado cuestionarios sobre su educación.

Durante la última década, los estudios sobre la demencia han demostrado constantemente que cuanto más tiempo dedica a la educación, menor es el riesgo de padecer demencia. Por cada año adicional de educación hay una disminución del 11 por ciento en el riesgo de desarrollar demencia, informa este estudio.

Sin embargo, estos estudios no han podido determinar si la educación, que está relacionada con un nivel socioeconómico más alto y estilos de vida más saludables, protege al cerebro contra la demencia.

Este no es el caso, según el nuevo estudio dirigido por la profesora Carol Brayne de la Universidad de Cambridge. En cambio, el estudio muestra que las personas con diferentes niveles de educación tienen una patología cerebral similar, pero que aquellos con más educación son más capaces de compensar los efectos de la demencia.

Según la coautora, la Dra. Hannah Keage de la Universidad de Cambridge:

“Investigaciones anteriores han demostrado que no existe una relación de uno a uno entre el diagnóstico de demencia durante la vida y los cambios observados en el cerebro al morir. Una persona puede mostrar mucha patología en su cerebro mientras que otra muestra muy poca, pero ambos pueden haber tenido demencia.

"Nuestro estudio muestra que la educación en los primeros años de vida parece permitir a algunas personas hacer frente a muchos cambios en su cerebro antes de mostrar síntomas de demencia".

En comparación con investigaciones anteriores, este estudio pudo responder la pregunta debido a su gran tamaño y poder estadístico.

Los investigadores utilizaron datos de la colaboración EClipSE, que combina los tres estudios longitudinales sobre el envejecimiento basados ​​en la población europea (el Medical Research Council Cognitive Function and Aging Study, el Cambridge City Over-75s Cohort Study y el Vantaa 85+, un estudio finlandés).

Los estudios han evaluado a los participantes durante hasta 20 años y son tres de los seis estudios de este tipo en el mundo.

Los resultados tienen importantes implicaciones para la salud pública en un momento en el que las poblaciones de muchos países están envejeciendo.

“Se sabe que la educación es buena para la salud y la equidad de la población. Este estudio proporciona un fuerte apoyo para la inversión en factores de la vida temprana que deberían tener un impacto en la sociedad y en toda la vida.

"Esto es muy relevante para las decisiones políticas sobre la importancia de la asignación de recursos entre la salud y la educación", dice el profesor Brayne.

Los resultados se publican hoy en la revista Cerebro. El estudio fue financiado por la Fundación BUPA, la Unión Europea y el Medical Research Council.

Fuente: Universidad de Cambridge

!-- GDPR -->