¿En qué se parecen los zapatos a las amistades?

Un amigo que vio mi video sobre el final de las amistades me escribió un correo electrónico con la analogía más hermosa. Ella dijo:

Mientras te escuchaba y miraba el video, pensé en los amigos como zapatos en mi armario. A veces guardamos ciertos zapatos porque son cómodos y están con nosotros cuando estamos enfermos y cuando nos levantamos por la mañana y nos acostamos por la noche, estos son nuestros mejores amigos, los que nos ven como realmente somos. Luego están los zapatos que compras para combinar con ciertos atuendos; para mí, estos son amigos que te quedan bien en ciertos momentos del viaje de tu vida, pero los zapatos pasan de moda o no te sirven bien o el tacón se cae así simplemente no quieres usarlos más y, por lo tanto, los relegas al fondo del armario de zapatos o los regalas. Y luego están los zapatos que tienes para ocasiones particulares, como tus zapatos para correr o chanclas, estos son amigos con los que haces cosas específicas y con quienes disfrutas estar.

Esta noche me voy a ir a casa y miraré todos mis zapatos. Recientemente, me deshice de unos zapatos reales en un esfuerzo por ordenarlos. Todavía tengo un par de zapatos de mamá.

También descubrí que los amigos deben dar vida. Los amigos con los que elijo estar son los que quieren ser amigos míos tanto como yo quiero serlos. La amistad es bidireccional. ¡No es amistad si el "barco amigo" navega en una dirección!

Hace años, algunas mujeres que pensé que eran realmente buenas amigas simplemente dejaron de comunicarse conmigo a pesar de que todavía me comunicaba con ellas. Finalmente los dejé ir por completo. Hace más de un año, una mujer más joven con la que había trabajado como mentor y con quien había trabajado reavivó nuestra amistad. Nos reuníamos mensualmente para desayunar. A los pocos meses de reavivar me di cuenta de que me estaba utilizando para conseguir nuevos contactos comerciales. Cuando hicimos una cita para encontrarnos en su casa para cenar, con nuestros hombres, se olvidó por completo de la invitación a su casa cuando la llamé para preguntar qué podía llevar a la cena. No he hablado con ella desde entonces. Me di cuenta de que en realidad no quería ser amiga. Me dolió mucho y le perdí el respeto.

Sobre el final de las amistades ...
https://www.youtube.com/watch?v=sc2n9iINFf0&feature=player_embedded

¿Qué piensas? ¿Son los amigos como los zapatos? ¿Los superas?

Imagen cortesía de flickriver.com.

!-- GDPR -->