¿Son sus hábitos de gasto poco saludables? 10 preguntas para hacer

Los mensajes nos seducen constantemente para que compremos más; más de lo que necesitamos, más de lo que podemos permitirnos. No es de extrañar que ir de compras se haya convertido en un pasatiempo nacional y "comprar hasta caer" en un credo estadounidense.

¿Te preguntas si tus hábitos de compra son saludables? ¿Teme que sus patrones de compra se hayan descontrolado?

Para averiguarlo, responda este breve cuestionario:

  1. ¿Compra impulsivamente con poca consideración o conciencia de cuánto gasta?
  2. ¿Siente la compulsión de ir de compras cuando necesita un impulso emocional o una palmada en la espalda?
  3. Si decide no comprar un artículo porque es demasiado caro, ¿se siente privado o enojado?
  4. ¿Comprar desde la comodidad de tu hogar se ha convertido en un hábito compulsivo para ti?
  5. ¿Comprar se ha convertido en una forma de lidiar con los sentimientos de vacío, depresión o ansiedad?
  6. ¿Compra con frecuencia artículos que nunca usa o disfruta?
  7. ¿Sueles comprar cosas una semana y luego las devuelve la semana siguiente?
  8. ¿Va de compras cuando no sabe qué más hacer con su tiempo?
  9. ¿Te dices a ti mismo que solo vas a comprar uno o dos artículos pero terminas comprando considerablemente más?
  10. ¿Sus hábitos de compra le han hecho endeudarse?

Cuantas más preguntas haya respondido “sí”, más probable será que sea un comprador compulsivo. No estas solo. Hay más de 15 millones de ustedes en los Estados Unidos.

Entonces, si reconoce que sus compras se han vuelto compulsivas, ¿qué debe hacer?

Primero, felicitaciones por reconocer que tiene un problema. Es tan fácil negarlo hasta que tu vida se sale de control.

A continuación, debe conocer qué desencadena sus gastos. A menudo es un intento de evitar emociones angustiantes o sentimientos de vacío. Sería mucho más saludable para ti si pudieras lidiar directamente con tus emociones en lugar de encubrirlas comprando cosas, cosas y más cosas.

Después de todo, ¿cuál preferirías tener? ¿Una sensación sólida y segura de bienestar o un subidón momentáneo para encubrir lo que realmente te molesta?

Claro, las compras compulsivas, como otras formas de automedicación, pueden levantarle el ánimo. Pero cuando termine la euforia, se sentirá aún más deprimido cuando las dificultades financieras y de relaciones que ha creado comiencen a perseguirlo. Sí, no solo podría terminar en una megadeuda, sino que los miembros de la familia se enojarán y asustarán mientras su vida, con la suya, se salga de control.

Entonces, la próxima vez que sienta la necesidad de gastar, pregúntese qué más puedo hacer con mi tiempo. ¿Mi dinero? Mi energia? ¿Mis amigos?

Hay mucho en este mundo con lo que conectarse. Tantos intereses que puedes cultivar que le darán sentido a tu vida.

Sí, comprar puede ser un placer. Pero una vez que se convierte en una compulsión, pierde el control sobre ella. Entonces te controla. Y el camino por el que te llevará no tendrá final feliz.

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