Cómo superar la pereza y hacer las cosas

"La pereza puede parecer atractiva, pero el trabajo da satisfacción".Ana Frank

¿Tu lista de cosas por hacer hoy te llena con el deseo de tirarlo todo y relajarte en alguna parte? Tal vez te hayas atascado tanto que tu agenda simplemente no tenga espacio para respirar, no tengas tiempo para hacer lo que quieras porque estás demasiado comprometido, no puedes decir que no, o ya estás muy atrasado en proyectos, tareas y quehaceres. De hecho, es posible que se sienta francamente perezoso. Esta pereza no significa que no sea responsable o que le falten habilidades y habilidades. Más bien, puede significar que debe priorizar un poco, dejar pasar algunas cosas y aprender a hacer las cosas importantes.

Realice un análisis de su carga de trabajo basado en las necesidades.

¿Cuánto de lo que ha asignado para hacer hoy, o que otros ponen en su agenda, es una necesidad absoluta? ¿Es una tarea o proyecto que podría retrasar por un tiempo y concentrarse en otra cosa que es más urgente, que tiene una fecha límite urgente, o está presionado para terminar? No todo lo que anotó en la lista de hoy debe completarse hoy. Algunos elementos pueden esperar. La clave es analizar todo cuidadosamente para determinar qué es necesario y qué no. Este no es un ejercicio ocioso. Es una parte esencial de la organización y crucial para hacer las cosas.

Asigne un número a cada tarea.

Después de haber examinado todos los elementos de su lista, algunos se destacan como más urgentes que otros. Estos son los que hay que priorizar. Repase la lista nuevamente y asigne un número a cada tarea, siendo el 1 el más importante y el 10 y más allá menos urgente. Con suerte, su lista no pasa mucho más de 10, ya que es una señal clara de que está comprometido en exceso.

Tenga una lista de trabajo y una lista personal.

Una forma de evitar perderse en numerosas tareas en una lista es crear dos listas: una lista de trabajo y una personal. Lo importante aquí es trazar la línea al final de la jornada laboral y no permitir que el trabajo se traslade a su tiempo personal. Cuando el trabajo se entromete en el hogar, la familia y las relaciones, o viceversa, es probable que haya conflictos innecesarios. También logrará pocos logros cuando vacile entre ocuparse de un área de responsabilidad a expensas de la otra. Los límites claros entre el trabajo y el hogar ayudan mucho.

Tómate un descanso, literalmente.

¿Sientes que tu pecho se tensa? ¿Se acerca un fuerte dolor de cabeza? ¿Nerviosismo o náuseas? Estos pueden ser signos de estrés por presiones internas y externas para desempeñarse, ser el mejor triunfador, concretar el contrato, resolver la disputa o encontrar la solución óptima a un problema. La mejor manera de aliviar el estrés en este caso es hacer una parada brusca y tomar un poco de aire fresco. Esta es una recomendación literal, ya que estar al aire libre está bien documentado para reducir el estrés y aumentar la sensación de salud y bienestar en general. Después de su descanso, y no necesita más de 15 minutos a media hora, volverá a sus responsabilidades sintiéndose renovado y más motivado para abordar lo que debe hacerse. Incluso puede descubrir que se le ha ocurrido una solución o una idea ingeniosa.

Ver el final del juego.

A veces no puede imaginarse lo que sus esfuerzos contribuyen al resultado deseado. Este puede ser o no su propio objetivo. Es posible que esté tan atado a las minucias de los detalles que no es fácil ver un resultado exitoso. Aquí es donde ayuda dar un paso atrás y separar las partes individuales del proyecto o tarea y ponerlas en perspectiva con el objetivo final en mente. Cuando pueda ver mejor cómo todo se vincula, puede servir como impulso para ponerse en movimiento nuevamente. Si bien es mejor concentrarse en los aspectos positivos de su parte bien hecha, también puede ser motivador reconocer lo que podría suceder si no cumple con sus responsabilidades. En cualquier caso, ver el final del juego puede ser una herramienta poderosa para superar la pereza.

Pedir ayuda.

Sufrir con una carga de trabajo acumulada o asumir más responsabilidades de las que le corresponde es suficiente para hacer que cualquiera se detenga de entusiasmo. No me extraña que te sientas perezoso. Una de las formas más efectivas de reducir una gran carga de trabajo es pedir ayuda cuando la necesite. Sin embargo, sea parco en cómo y cuándo solicitar ayuda, ya que no quiere parecer quejumbroso, incompetente, eludiendo sus deberes o vago. Además, asegúrese de corresponder ayudando a otros cuando se lo pidan, si puede hacerlo. Una vez que haya solicitado y recibido ayuda, su montaña de asignaciones o tareas no parecerá un obstáculo. Hay mucho que decir sobre el espíritu cooperativo para hacer las cosas.

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