4 ingredientes potentes para profundizar la intimidad

Los filósofos y psicoterapeutas a menudo han sugerido que amar y ser amado es de lo que se trata la vida. Además, todas las grandes tradiciones espirituales alardean del amor como su enseñanza central. El amor es un ideal noble, pero ¿cómo lo realizamos?

Aquí hay cuatro sugerencias prácticas para sentar las bases de nuestro deseo de amar y ser amados. Algunos de estos pensamientos se explican en mi libro, El auténtico corazón.

Sintonía

El amor implica ver a la otra persona como es, en lugar de cómo nos gustaría que fuera. Sintonizarse con los sentimientos y necesidades de una persona requiere una escucha profunda. Pocos de nosotros somos lo suficientemente hábiles, o lo suficientemente santos, para expresar nuestras emociones y deseos de una manera perfecta. Nos incumbe escuchar con el oído de nuestro corazón, de modo que incluso cuando la comunicación salga de manera imperfecta, tal vez con algún tono de irritabilidad (siempre y cuando no llegue al nivel de ser abusivo), sintonicemos con el necesidades imperfectamente expresadas sin ponerse a la defensiva.

El amor se nutre a medida que nos sintonizamos con el ser que tenemos ante nosotros. Tal sintonía significa ofrecer nuestra presencia solidaria y sin prejuicios. Nuestra capacidad para esta presencia amorosa surge de cultivar un cierto tipo de tranquilidad interior para que podamos estar presentes ante otra persona sin la reactividad o distracción que deja a una persona sin ser escuchada.

Sensibilidad

La investigación de John Gottman sobre las parejas sugiere que es más probable que el amor prospere cuando nos dejamos afectar el uno por el otro. El amor implica la capacidad de responder a otra persona en lugar de simplemente reaccionar. Sintonizar con una persona nos permite ver lo que necesita para ser feliz. Responder significa ofrecerles lo que necesitan si podemos hacerlo sin hacernos daño.

Si nuestra pareja necesita que seamos un poco más ordenados, o que ayudemos con los niños, o que seamos más gentiles o afectuosos, ¿podemos dejar entrar lo que están pidiendo sin juzgarlos como demasiado quisquillosos, necesitados o egoístas? ¿Cómo se siente su petición por dentro? ¿Podríamos sentirnos bien al saber que tenemos el poder de hacer feliz a nuestro ser querido? ¿O su necesidad desencadena un lugar dentro de nosotros que se siente inadecuado, o quizás choca con una necesidad nuestra que no está siendo satisfecha, lo que dificulta responder positivamente?

Habilidades de comunicación

Las necesidades y los deseos a menudo entran en conflicto en una relación. Después de todo, ustedes son dos individuos únicos con diferentes historias, heridas y predilecciones. Es por eso que necesita cultivar las habilidades de comunicación. Es más fácil sintonizarnos entre nosotros y ser receptivos si podemos comunicar nuestros sentimientos y necesidades de una manera amable y hábil. La comunicación no violenta (NVC) del mariscal Rosenberg ofrece un método útil para comunicarse de manera eficaz.

Comunicar los sentimientos más profundos de nuestro corazón y nuestros tiernos anhelos requiere conciencia y coraje. Cuando experimentamos una amenaza real o imaginaria a nuestra seguridad y bienestar, somos presa de la respuesta de lucha, huida y congelación.Podríamos atacar o cerrarnos cuando no nos sentimos escuchados y respetados, lo que alimenta ciclos destructivos que intensifican el conflicto y la infelicidad.

Lo que a menudo nos enfrentamos en nuestras relaciones importantes son las reacciones desencadenantes de nuestro cerebro reptil y límbico, que intentan garantizar nuestra supervivencia y mantenernos a salvo. Se necesita mucha atención para notar nuestras reacciones instintivas y reducir la velocidad lo suficiente como para descubrir nuestros sentimientos y necesidades más profundos y vulnerables, y encontrar el valor para expresarlos.

Autocalmante

Cuando nuestras necesidades de conexión y de ser comprendidos no se satisfacen, podemos estresarnos, enojarnos o herirnos. Podríamos sentir el impulso de atacar a nuestra pareja o amigo o retirarnos y desconectarnos. Es muy importante y útil desarrollar la capacidad de calmarnos cuando las cosas no salen como queremos. A medida que cultivamos los recursos internos, somos capaces de permanecer en nuestro cuerpo y permanecer conectados con nosotros mismos en lugar de arremeter contra nosotros mismos, lo que intensifica los conflictos.

Cada uno de nosotros tiene el desafío de encontrar el camino para tranquilizarnos. Para algunos, la meditación, el yoga o el tai chi son útiles. Para otros, escribir un diario, hacer obras de arte o estar con animales es muy relajante. O simplemente tomando una respiración profunda. Si tenemos una forma de estar con nosotros mismos cuando nuestras necesidades entran en conflicto o no obtenemos el reflejo que queremos, somos más capaces de permanecer conectados que a la defensiva.

Cuanto más puedan sintonizarse dos personas entre sí, ser receptivas, tener una comunicación amable y hábil y calmarse cuando las cosas no van bien, más seguridad, confianza y conexión se integrarán en la relación. Al desarrollar este tipo de conciencia y practicar estas habilidades, podemos avanzar hacia la actualización del amor que anhelamos.


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