Género y perdón

“El secreto de un matrimonio feliz sigue siendo un secreto. "

Pero un nuevo estudio publicado en un número reciente de la Revista de psicología positiva puede arrojar algo de luz.

Los matrimonios positivos son aquellos decididos a tener resiliencia, coraje y fuerza de perseverancia para resistir, con la virtud adicional de que los socios pueden aceptarse o perdonarse mutuamente cuando las heces golpean el oscilador. Las transgresiones habituales con las que se encuentra un matrimonio típico aseguran que todas las parejas serán probadas, pero las estadísticas muestran que no todas pasan la prueba del perdón.

Una vez que ha ocurrido una traición y se ha roto la confianza, el perdón o la falta de él determinará el futuro de la pareja. Los expertos informan que en los Estados Unidos, la tasa de fracasos matrimoniales aumenta con el número de intentos: la mitad de los primeros matrimonios fracasan. Eso aumenta a casi dos tercios de los segundos matrimonios y tres cuartos de los terceros matrimonios. Estos datos desalentadores demuestran que aprender a perdonar puede ser la habilidad más importante para la felicidad matrimonial sostenida.

Un asentimiento positivo de perdón hacia su pareja al principio del matrimonio generalmente ayuda cuando los hijos, la hipoteca y las carreras mordisquean la felicidad conyugal. Pero si cree que su pareja debería arder en el infierno por lo que ha hecho, es probable que el estrés permanezca con usted. Para citar al Buda: “Aferrarse a la ira es como agarrar un carbón caliente con la intención de arrojárselo a otra persona; tú eres el que se quema ". La investigación moderna confirma esta verdad. Los estudios han demostrado que la incapacidad de perdonar está asociada con la depresión y la ansiedad.

En lo que respecta a la investigación sobre el perdón, generalmente las mujeres perdonan más que los hombres, pero esos estudios no descubrieron el factor matrimonio. Una vez que el matrimonio está en la ecuación, la capacidad de perdón cambia a favor de los maridos. ¿Pero por qué?

La premisa detrás del estudio fue analizar la posibilidad de prevención del perdón. Comprender cómo las parejas recién casadas se perdonaron entre sí fue particularmente importante porque aprender a perdonar temprano establece un patrón de corrección. Los recién casados ​​que aprenden a perdonar no están apagando el fuego; están instalando un sistema de rociadores. Están construyendo una base de aceptación y entendimiento mutuos que puede salvarlos más adelante. Dado que la confianza y la reconciliación son los vehículos para reconstruir una conexión rota, estos investigadores se centraron exclusivamente en las parejas recién casadas y su evaluación de ser perdonados. Cuanto más positivas e indulgentes sean las primeras atribuciones, mayor será la probabilidad de que se produzcan atribuciones positivas durante el matrimonio.

Para comprender el perdón, los investigadores se refirieron a dos tipos: El perdón por decisión ocurre cuando una persona toma una decisión sobre cómo actuar con su cónyuge. Esto da como resultado un comportamiento controlador, pero no necesariamente implica alterar la cognición, la motivación o la emoción. La decisión está en cómo actuar, no en cómo pensar. El perdón emocional reemplaza las emociones negativas, como la ira y el resentimiento, por emociones positivas como la compasión y la empatía. En este segundo tipo no se requiere ninguna expresión explícita de perdón al infractor. Pueden producirse cambios en el comportamiento, pero el gran cambio está en cómo uno piensa.

Entre otras cosas, los investigadores analizaron medidas de autoinforme que indicaban que tanto los maridos como las esposas pensaban que los hombres eran más indulgentes. Además, las esposas pensaban que sus maridos tenían más perdón hacia ellas de lo que los maridos sentían por sus esposas.

Sí, querida, es verdad.

En el centro de este hallazgo está la diferencia de género en la estrategia utilizada para perdonar. Las mujeres son más específicas en su interpretación de la satisfacción marital y evalúan cada evento. Los hombres están influenciados por una actitud general y generalizan sus sentimientos. Para los hombres, la satisfacción conyugal es más alta al principio del matrimonio y está directamente relacionada con niveles más altos de perdón. La conexión de las mujeres entre la calidad marital y el perdón es más compleja. Si el matrimonio es bueno en general, los maridos pasarán por alto y perdonarán una transgresión; las esposas parecen menos dispuestas a hacerlo.

La gran pregunta para los futuros investigadores será si este hallazgo perdura en un matrimonio o si el factor del perdón vuelve a cambiar a favor de las mujeres.

Puede que el señor Youngman tuviera razón, pero estamos trabajando en ello.

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