Cómo encontrar su flujo

La creatividad debe ser un requisito esencial para la vida de todos. Todos necesitamos algunas horas aquí y allá donde es posible perder la noción del tiempo porque estamos tan absortos en la actividad que estamos haciendo.

Creo que es seguro decir que todos han experimentado el flujo en algún momento de sus vidas. Ya sea que se trate de hornear, escribir, pintar, tocar música o dibujar, parece haber al menos alguna forma de fluir para casi todos. Algunas personas incluso se pierden en el trabajo. Independientemente, todos sabemos lo que es (afortunadamente) perder el hilo de nuestros pensamientos y estar tan absorto en algo que podría pasar horas haciéndolo simplemente por el placer de hacerlo.

Lo triste es que muchas personas pierden de vista eso a medida que avanzan en sus vidas yendo al trabajo, cuidando de la familia y realizando cualquier otra serie de tareas necesarias para vivir en el mundo moderno de hoy. Tendemos a estresarnos más fácilmente, tendemos a enojarnos y tendemos a perder de vista el milagro de nuestra vida.

En algún momento, todos se dan cuenta de que tienen que hacer un cambio o enfrentar la infelicidad. Ahí es donde entra en juego encontrar nuestro flujo.

Vale la pena experimentar con diferentes actividades creativas hasta que encontremos aquello que nos centra.

Es posible que sepa que disfrutó de la pintura o la fotografía en la escuela secundaria y nunca tomó otra cámara o pincel, pero sabía que había algo en eso que lo hacía sentir completo.

Sin embargo, a veces necesitamos que nos recuerden eso, y otras veces esos recordatorios pueden venir en forma de complicaciones graves que nos devuelven a la realidad.

Puede parecer un privilegio decir que debemos buscar la felicidad en nuestras vidas, pero no se puede discutir el hecho de que la vida es finita. Ese hecho se volvió obvio para mí cuando me diagnosticaron esquizofrenia, y he pasado los últimos diez años ganándome la vida con mi flujo simplemente porque sabía que no podía soportar emocionalmente hacer nada más.

El objetivo de todo esto es decir que necesitamos nuestros respectivos flujos para aliviar el estrés, controlar las cosas y funcionar felizmente en nuestras vidas. De lo contrario, todos estaríamos en el cuello de los demás por cosas pequeñas e insignificantes.

Probablemente sepa cuál es su flujo; probablemente recuerde una época en la que las cosas eran más fáciles porque tenía esa salida. Vale la pena volver a explorar esa avenida, tal vez algo cambie.

Encontrar su flujo puede beneficiarlo de innumerables formas y es tan fácil como volver a lo que siempre se le ha quedado grabado.

Todo lo que les pido es que no cierren sus mentes a la idea de que todos podemos encontrar aquello que nos hace felices. No tenemos que ganarnos la vida con eso, solo tenemos que saber que está ahí en caso de que lo necesitemos.

Mi consejo, mira un poco a tu alrededor y, si no recuerdas haber tenido alguna vez eso que te hizo feliz, experimenta un poco. Toma una clase o pon lápiz sobre papel. Nunca sabes cómo te puede hacer sentir.

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