Cómo utilizar las afirmaciones para combatir el diálogo interno negativo
¿Alguna vez pegaste un letrero grande en el espejo del baño que diga algo como: "¡Eres hermosa!" para intentar mejorar su estado de ánimo y su autoestima? ¿Y descubrió que no funciona en absoluto?
Todos tenemos una voz mezquina dentro de nuestras cabezas que nos critica, a menudo con mucha más dureza de lo que jamás criticaríamos a otra persona. Para muchos de nosotros, este diálogo interno negativo se manifiesta como frases específicas que se repiten, especialmente cuando nos sentimos estresados o molestos: "Eres un gran fracaso". "Eres muy feo." "No puedes hacer nada bien". Nunca le dirías esto a otra persona, pero ahí está, dando vueltas dentro de tu cabeza.
Este tipo de diálogo interno negativo puede representar creencias fundamentales a las que nos hemos aferrado durante mucho tiempo, tal vez que aprendimos en la infancia o de alguna lógica interna que vive en lo profundo de nuestros cuerpos y que en realidad no creemos con nuestras mentes racionales. Nunca aplicaríamos esta lógica a otras personas: si un amigo cometiera un error, nunca lo descartaríamos como un fracaso total. Tenemos estándares diferentes, a veces retorcidos, para nosotros mismos.
Es muy bueno darse cuenta de que se está hablando a sí mismo y quiere dejar de hacerlo. Usar afirmaciones positivas como “eres hermosa” significa que estás tratando de aplicarte más amabilidad. Creemos que si nos decimos a nosotros mismos que somos hermosos todos los días, anularemos esa voz mezquina dentro de nuestras cabezas que nos dice que somos feos.
Por supuesto, no funciona. Cuando lanzamos una afirmación positiva a un pensamiento negativo que es su opuesto, el cerebro simplemente lo descarta, percibiéndolo como una mentira. A veces rebota contra el pensamiento negativo que se siente más cierto, afirmando irónicamente la negatividad que estamos tratando de manejar en primer lugar. No podemos simplemente convencernos de que creamos algo en lo que no creemos. Es como lanzar martillos a una puerta para intentar abrirla.
Abrir esa puerta necesita, primero, reconocer que el pensamiento negativo está sucediendo, y luego una frase que su cerebro realmente pueda creer y comprender. Cuando te encuentres diciendo "Soy un perdedor" en tu mente, podrías hacer una pausa y decir algo como "Bueno, realmente hago lo mejor que puedo" o "Soy un cocinero bastante bueno". El simple hecho de recordar las cosas positivas que ya cree que son ciertas puede ayudar a desviar su energía mental del diálogo interno negativo hacia una autopercepción más positiva.
La buena noticia es que puedes tomar el diálogo interno negativo como una oportunidad para hacer el trabajo de reconectar tu cerebro hacia una autopercepción más positiva. Cada vez que sucede, tienes la oportunidad de recordarte algo positivo que también es cierto. Puede que no termines caminando por el mundo creyendo que eres la mejor persona que jamás haya vivido (lo cual probablemente sea algo bueno), pero puedes empezar a verte como una colección compleja de cualidades que pueden cambiar y hacer el bien.
Vale la pena tomarse unos minutos para escribir algunos de sus pensamientos negativos más comunes sobre usted y elegir uno con el que trabajar. Luego, dedique algún tiempo a escribir una afirmación que contrarreste el pensamiento negativo, pero asegúrese de que sea algo que su cerebro realmente crea. No importa cuán profundamente arraigados puedan estar tus patrones de pensamientos negativos, con un poco de trabajo, puedes volver a conectar esas conexiones hacia una versión más amable de la realidad, y cada vez es un poco más fácil.
Este artículo es cortesía de Spirituality and Health.