¿Por qué encontramos las palabras "lo siento" tan gratificantes?

¿Alguna vez te ha herido una persona que no se disculpa? La mayoría de nosotros lo hemos hecho. Cuando esto sucede, duele, pero intuitivamente sabemos la importancia de perdonar a la persona de todos modos, por nuestro propio bien, simplemente para liberarnos de la pesada carga del resentimiento.

Pero aún así, anhelamos profundamente las palabras "Lo siento". Estas simples palabras tienen el poder de brindar un alivio casi instantáneo y ayudarnos a bajar la guardia. ¿Por qué es esto? ¿Qué sucede exactamente en la cabeza (y el corazón) de las personas que reciben el mensaje "Lo siento"?

Investigadores de la Universidad de Miami están investigando el proceso psicológico del perdón. Descubrieron que, en última instancia, escuchar una disculpa le permite a la víctima ver al agresor como alguien que aún puede ofrecer valor a la relación, alguien a quien no querrían renunciar todavía. Con una disculpa, la víctima también puede respirar un poco más tranquilo, ya que se siente menos en riesgo de volver a lastimarse.

Para el estudio, 356 jóvenes completaron un cuestionario y participaron en una entrevista de ocho minutos centrada en un momento en el que alguien más los lastimó. También prepararon y pronunciaron un discurso a una cámara de video, como si la cámara fuera el perpetrador.

Luego, los voluntarios comenzaron una encuesta en línea de 21 días para medir qué tan bien habían perdonado a sus agresores. Los investigadores encontraron que los niveles de perdón de las víctimas a lo largo del tiempo estaban directamente relacionados con la medida en que los transgresores se habían acercado y se habían disculpado.

En general, todas las cosas que las personas se sienten motivadas a hacer cuando lastiman a alguien (acercarse, disculparse, admitir irregularidades) realmente ayudan a la víctima a perdonar y superar su enojo, dice el autor principal Michael McCullough, profesor de psicología en la Universidad de Miami. . Los seres humanos necesitan relaciones, por lo que la selección natural nos ha brindado las herramientas para ayudarnos a restaurar estas relaciones después de que ha ocurrido un conflicto.

De hecho, los animales sociales, en particular los mamíferos, han estado diciendo "lo siento" de una manera no verbal mucho antes de que apareciera el lenguaje. Utilizan gestos conciliatorios para poner fin al conflicto y reparar los sentimientos heridos después de una agresión, dice McCullough.

El estudio, titulado "Los gestos conciliatorios promueven el perdón humano y reducen la ira", se publica en la revista procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias. Estos hallazgos nos recuerdan que aunque una disculpa no es necesaria para el perdón, decir "lo siento" es muy útil para unir a las personas.

Este artículo es cortesía de Spirituality and Health.

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