Estrategias de afrontamiento mental durante la temporada de huracanes y otros desastres naturales

Para las personas que viven en el camino de un huracán, la ansiedad y la angustia pueden ser abrumadoras.

La incertidumbre sobre la vivienda, los horarios de trabajo y otras tareas de la vida aumenta cuando las personas son evacuadas. Las preocupaciones legítimas sobre los daños y la destrucción de viviendas, calles e infraestructura se aceleran en medio de las constantes noticias sobre la tormenta.

Un paso importante es reconocer las reacciones emocionales comunes mientras se prepara físicamente para los cambios inminentes.

El 29 de agosto de 2005, el huracán Katrina tocó tierra en Nueva Orleans. Yo fui el primero en responder al desastre y llegué al área una semana después de la tormenta. Me encontré en medio del tipo de devastación que solo había visto en las películas.

Más de 13 años después, cuando nos encontramos entrando en otra temporada de huracanes potencialmente devastadora, es importante recordar que, al igual que con cualquier evento estresante, la tormenta puede afectar a personas en varias áreas.

Físicamente puede provocar trastornos del sueño y del apetito, molestias y dolores; psicológicamente habrá miedo, ansiedad, pérdida y tristeza; cognitivamente, la concentración y el pensamiento pueden verse afectados; conductualmente, muchos se volverán impacientes e irritables con los demás; y espiritualmente, muchos se preguntarán por qué ocurrió la tormenta.

Los niños pueden tener sus propias reacciones a la tormenta. Los niños pequeños (por ejemplo, en edad preescolar) siguen las señales de los adultos que los rodean, por lo que es importante monitorear sus reacciones; Sea un modelo a seguir para el comportamiento tranquilo. El comportamiento pegajoso u otras reacciones regresivas (por ejemplo, pesadillas, mojar la cama, quejas somáticas) son reacciones esperadas al estrés que presentan los niños. Los abrazos y otros contactos físicos pueden ayudar. Asegúreles a los niños que los sentimientos de miedo, tristeza e ira son reacciones normales a experiencias anormales. Las siguientes son estrategias de afrontamiento útiles:

  • Haga un esfuerzo por mantener una rutina "normal"
  • Conectarse con otros puede ser una fuente de apoyo, especialmente amigos cercanos, familiares, clérigos y profesionales de la salud mental.
  • Trate de dormir y nutrirse adecuadamente
  • El ejercicio y el descanso son fundamentales; un cuerpo sano puede tener una influencia positiva en sus pensamientos y emociones, y en la toma de decisiones
  • Aprovecha las habilidades que te han ayudado a manejar con éxito desafíos pasados

En preparación para tormentas futuras, la preparación para emergencias y un plan de seguridad que se pueda implementar rápidamente son importantes para usted y todos los miembros de su familia, incluidas las mascotas. La Cruz Roja Americana recomienda una lista de verificación de preparación para emergencias a la que se puede acceder a través de su sitio web; la lista incluye cosas tales como una lista de números de teléfono de parientes más cercanos o personas que ayudan, un plano de su casa con rutas de escape y opciones de transporte. Una vez que llega la tormenta, salir de forma segura se convierte en el mayor desafío.

Aunque es importante encontrar la mayor cantidad de información posible sobre la tormenta, una vez que llegue a un lugar seguro, trate de limitar su exposición a los informes de los medios de comunicación que tienden a centrarse en los daños y la destrucción. Esto es especialmente importante si hay niños alrededor.

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