Cómo convertirse en una persona más interesante

Mucha gente se ve a sí misma como aburrida o poco interesante. Como resultado, minimizan el contacto social o se sienten cohibidos e incómodos al interactuar.

Tener una autoimagen de no ser interesante puede llevar al aislamiento y la soledad, al tiempo que erosiona la autoestima.

Una investigación fascinante es explorar lo que nos hace interesantes. ¿Es nuestro patrimonio neto, nuestros logros o conocer gente popular? Quizás estos factores creen una imagen curiosa que a algunas personas les atrae. Pero, ¿queremos que la gente encuentre nuestro imagen interesante o encontrar nos ¿interesante?

La clave para hacernos interesantes no es lo que hemos logrado (aunque esto puede tener un atractivo superficial), sino más bien quiénes somos como personas. Nos volvemos más interesantes a medida que conocemos y mostramos nuestro auténtico yo a las personas. Aportamos más vitalidad a nuestras relaciones a medida que notamos y revelamos nuestros verdaderos sentimientos y deseos. No es lo que hemos hecho con nuestra vida, sino compartir la vida que existe dentro de nosotros en este momento, sea lo que sea, arriesgándonos a revelar nuestras verdaderas emociones y deseos.

Digamos que estamos en una cita y sentimos una atracción. ¿Comunicamos eso o guardamos nuestros sentimientos adentro? Si es la primera cita, podríamos esperar nuestro momento y conocer mejor a la persona. Pero si no decimos nada, si revelamos poco sobre nosotros mismos, cómo nos sentimos acerca de las cosas o cómo estamos viviendo nuestro tiempo juntos, la persona puede pensar que no estamos interesados ​​en ellos ... o que no somos muy interesantes.

Cultivar una conexión implica expresar nuestros miedos, heridas, esperanzas y alegrías. Transmitimos lo que deleita nuestro corazón, lo que nos hace sentir vivos y lo que nos mantiene despiertos por la noche. Nos arriesgamos a compartir estas cosas. Si nunca nos revelamos de una manera en la que una persona pueda “sentirnos” como un ser humano, corremos el riesgo de ser aburridos. Si permanecemos en nuestra cabeza o nos volvemos demasiado autoprotectores, permanecemos aislados.

Esto no quiere decir que no debamos tener fronteras. No queremos asustar a las personas con límites descuidados o hacer suposiciones sobre cuán íntimos quieren ser con nosotros. Necesitamos evaluar lo que nos sentimos seguros de compartir y lo que podría esperar otro día, cuando haya aumentado la confianza.

Estar atento a los demás

También nos volvemos más interesantes a medida que mostramos un interés genuino en conocer a otra persona. ¡Con qué frecuencia alguien parece tener curiosidad por ti! Se siente bien cuando sucede, ¿no? Sospecho que una persona que te presta atención y sabe escuchar se vuelve interesante para ti. ¿Puedes ofrecer ese mismo regalo de escuchar a los demás?

Escuchar profundamente significa aquietar nuestra mente y estar presente para escuchar los sentimientos, pensamientos y preocupaciones de los demás. Observe a dónde va su atención cuando está con alguien. ¿Se aleja? ¿Estás preparando tu respuesta? ¿Puedes volver al momento presente y sentir curiosidad por la persona que está frente a ti? ¿Puede hacerles preguntas sobre ellos mismos y medir su nivel de comodidad al hacer más preguntas en función de su respuesta?

A lo largo de la vida de una relación, alimentamos la conexión al encontrar un ritmo entre revelar nuestra experiencia interior y escuchar la experiencia de los demás.

Cultivar la conexión

Las relaciones fracasan o se deterioran cuando reprimimos nuestros sentimientos importantes el uno al otro. A menudo noto cómo las parejas a menudo ofrecen sus análisis, opiniones y críticas entre sí, pero no sus sentimientos y anhelos.

Podrían decir: "Eres egoísta e indiferente", pero sin revelar la experiencia sentida que subyace a estos juicios hirientes, que podría ser algo como: "Me he perdido la conexión que una vez sentí contigo. Me siento solo por ti. Me asusta que nos estemos distanciando y me preocupa que no encontremos el camino hacia el otro ".

Nos volvemos más interesantes, es decir, creamos un clima para una conexión interesada y viva, cuando exponemos nuestros sentimientos tiernos y vulnerables. Es probable que escuchar a nuestro socio decir "Estás ensimismado" nos aleje. Escuchar “Quiero más tiempo de calidad contigo” o “Disfruto de tu compañía” es más probable que despierte nuestro interés y nos impulse a escuchar y responder de manera positiva.

Los enfoques que nos ayudan a conectarnos con nuestra experiencia sentida, como Focusing (Gendlin), pueden ayudarnos a conectarnos más profundamente con nosotros mismos. Nuestras relaciones pueden profundizarse compartiendo nuestra experiencia con otros. Pero primero debemos ser conscientes de lo que estamos experimentando y luego encontrar el coraje para revelarlo a las personas seleccionadas.

Interesarse en la vida

Una clave para iniciar y mantener relaciones íntimas es no preocuparse tanto por ser interesante, sino seguir una vida en la que nos interesemos y en la que la vida se vuelva fascinante para nosotros. ¿Estamos haciendo lo que nos nutre, nos anima y nos expande? ¿Seguimos nuestros intereses en la música, el arte, la danza, los paseos por la naturaleza, la jardinería, el yoga, la meditación o cualquier otra cosa que pueda ayudarnos a sentirnos bien? ¿Estamos viviendo una vida consciente y conectada (tanto como sea posible) o estamos pasando por los movimientos, viviendo lo que la psicóloga Tara Brach llama un "trance de indignidad"?

A medida que nos comprometemos más con la vida, nos sentimos más vivos. Vivimos con más sentido y conmoción. Disfrutamos de momentos de buen humor, alegría y risas. Compartimos nuestra experiencia y somos receptivos a la experiencia de los demás.

Nos volvemos más interesantes porque estamos interesados: en las personas, en la vida y también en nosotros mismos. Nos interesa crecer y vivir con más amor y alegría en nuestro corazón. Todo esto atrae a la gente hacia nosotros. Y recuerda ser amable contigo mismo. Todo esto requiere práctica. No tenemos que hacer nada perfectamente.

Si le gusta mi artículo, considere ver mi página de Facebook y mis libros a continuación.


Este artículo presenta enlaces de afiliados a Amazon.com, donde se paga una pequeña comisión a Psych Central si se compra un libro. ¡Gracias por su apoyo a Psych Central!

!-- GDPR -->