Cuando alguien a quien amas es infeliz

El amor es lo que nos conecta con los demás. Nos proporciona buenos recuerdos de quienes nos rodean. Sin embargo, la verdad sobre el amor es que a menudo vincula nuestra propia felicidad con la felicidad de los demás. Nos sentimos obligados a hacer felices a aquellos que amamos que son infelices.

Es por nuestra propia incomodidad al ver infelices a nuestros seres queridos que buscamos formas de cambiar la situación, justificando nuestro comportamiento con la idea de que los estamos ayudando. O comenzamos a ver que nuestra propia felicidad se desvanece en presencia de un amigo o familiar infeliz.

El sufrimiento es una parte necesaria de la vida e importante para el crecimiento. Este concepto es difícil de imaginar, ya que va en contra de lo que hemos aprendido. Nuestro instinto es arreglar o huir inmediatamente del sufrimiento, como si fuera un incendio. Y por eso tiene sentido que veamos la infelicidad en aquellos a quienes amamos como una especie de fuego que necesita ser extinguido.

Pero lo que la investigación ha encontrado es que no solo es dañino sentirse responsable de las emociones de los demás, sino que también existe una solución simple y profunda. Sea feliz.

Las investigaciones sugieren consistentemente que la clave para ayudar a quienes amamos y que son infelices es ser felices nosotros mismos. Quizás estés pensando, ¿cómo puedo luchar por mi propia felicidad cuando alguien más no lo está? Parece egoísta. No es.

Somos seres influyentes. Así como nos puede abatir el estado de ánimo negativo de otra persona, nuestra propia felicidad puede servir como plataforma para que otros se ocupen de su propia felicidad.

Entonces, ¿qué podemos hacer si alguien a quien amamos es infeliz?

  • Ten paciencia y dales espacio. Permítales tiempo para procesar sus pensamientos y averiguar qué se debe hacer. No presiones ni esperes cambios a tu ritmo.
  • Date espacio. No es egoísta necesitar cierta distancia cuando sientes el impacto de su infelicidad.
  • Establecer límites. Su infelicidad no es tuya. Es de ellos. Tenga cuidado de no enredar sus propias emociones con las de ellos. Es un camino peligroso hacia la dependencia cuando vincula sus sentimientos y emociones con los de los demás.
  • Sea feliz. Muéstrele a su ser querido cómo se ve ser feliz. Es contagioso. Cuando mostramos la mejor versión de nosotros mismos, inspira a otros a hacer lo mismo.

Todos enfrentamos luchas. No es cuando otros asumen la responsabilidad de nuestra salud y bienestar que prosperamos. Más bien, llegamos a un mejor lugar emocionalmente cuando asumimos la responsabilidad de nuestro bienestar. Comparte tu felicidad con tus seres queridos.

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