Cómo superar su miedo a hablar de dinero (y obtener el aumento de sueldo que se merece)

Hablar de dinero puede ser difícil, incluso aterrador. Es un tema que incomoda a mucha gente. Ya sea que esté negociando un salario más alto en respuesta a una nueva oferta de trabajo o compitiendo por un ascenso en su puesto actual, hablar sobre el salario es francamente estresante.

Tiene miedo de que lo rechacen, de hacer las cosas incómodas o incluso de ofender a su gerente. Entonces, pones excusas como una forma de eludir la conversación. Bajas el tono de tus solicitudes o, peor aún, no pides nada.

Si bien su miedo a hablar de dinero puede ayudarlo a evitar la incomodidad y la confrontación, puede detenerlo seriamente en su carrera. La incomodidad a corto plazo es un pequeño precio a pagar por alcanzar su máximo potencial de ingresos a largo plazo.

Estas cuatro estrategias te ayudarán a superar tu ansiedad y pedir el aumento que te mereces.

1. Identifique sus historias de dinero

Se aprende la forma en que sentimos y pensamos sobre el dinero. Si proviene de un entorno en el que las finanzas no se discutieron abiertamente o en el que causaron conflictos, la idea de pedir un aumento puede hacer que se sienta especialmente ansioso.

¿Qué mensajes, ideas y actitudes sobre el dinero le fueron transmitidos al crecer? Reflexionar sobre las conversaciones que tuvo cuando era joven lo llevará a reconocer la fuente de su ansiedad y, en última instancia, lo ayudará a manejarla. Descubrir su historia financiera le permite desmantelar las creencias limitantes una por una y ayudar a liberar su poder emocional sobre usted.

Por ejemplo, si sufre por los pagos de un préstamo estudiantil o se castiga por derrochar dinero en el almuerzo, preste atención a cómo ese diálogo interno negativo lo deprime. Trabaja en reconfigurar tu vocabulario para eliminar un lenguaje como este y reemplázalo con pensamientos sobre cómo tus ganancias te ayudan a sentirte independiente y capaz.

2. Póngase cómodo con la incomodidad

Piense en la asertividad como un músculo; necesita resolverlo y desarrollarlo antes de estar listo para usarlo. Nadie se convierte en un negociador experto de la noche a la mañana.

La primera vez que hablas de dinero (si es un tema que evitas) no debería ser la reunión que tienes con tu jefe en la que pides un aumento salarial. Empiece poco a poco y guarde la discusión de alto riesgo para cuando haya alcanzado un cierto nivel de comodidad cuando se trata de la palabra M.

Noah Kagan, emprendedor y fundador de AppSumo, sugiere asumir un desafío de café: entre a una cafetería y pida un 10% de descuento en su compra, solo porque sí. Puede sonar desalentador pedirle un descuento a un completo extraño, pero no te matará. El truco aquí es no preocuparse por obtener un sí, aunque, sorprendentemente, la mayoría de las veces lo hará (en serio, ¡inténtelo!), Sino más bien forzarse a salir de su zona de confort. Este tipo de malestar es el secreto para crecer y dominar las conversaciones difíciles.

Cuanto más practique, más fácil y natural se sentirá al hablar sobre finanzas.

3. Prepárese de la manera correcta

Si bien la preparación (armar cuadros de ingresos, documentar salarios laborales comparables, proponer un plan de trabajo) es clave cuando se solicita un aumento, la preparación excesiva puede ser contraproducente.

De hecho, la práctica de prepararse en exceso es un mecanismo de protección común para controlar la ansiedad. Pero, si no desarrolla una confianza auténtica y habilidades de negociación sólidas, ninguna cantidad de preparación dará sus frutos.

Por ejemplo, digamos que pasa horas ensayando exactamente cómo va a pedir un aumento hasta que el enfoque se cimente en su mente. Si, por cualquier motivo, su jefe se sale del guión imaginario que le escribió, es probable que no sepa cómo responder.

Intente crear “titulares” conversacionales o áreas clave que justifiquen su argumento y se adapten a su solicitud. Aquí están algunos ejemplos:

  • He trabajado con esta empresa durante mucho tiempo y estos son mis éxitos hasta ahora ...
  • Aquí hay varias otras formas en las que tengo la intención de ayudar a la empresa en el futuro ...
  • Para compensar todo el tiempo y el esfuerzo extra que he dedicado hasta la fecha y el trabajo de calidad que seguiré brindando ...

Su objetivo es presentar un caso claro para su solicitud y lograr que su jefe le otorgue un aumento bien merecido.

4. Canaliza a tu héroe profesional

Otra gran estrategia para ir más allá de los pensamientos autoconscientes o las dudas es invocar a tu héroe personal. Si, después de todos los consejos anteriores, todavía siente aprensión, intente pensar en lo que Oprah, Sheryl Sandberg, Mark Cuban o el mentor de su elección harían en esta situación. ¿Qué diría esta persona exitosa en una conversación igualmente difícil? ¿Cómo actuaría y cómo se comportaría? La idea de que Oprah le pida un aumento a tu jefe no solo te hará sonreír, sino que te ayudará a comenzar a resolver problemas y a ver la situación desde una nueva perspectiva.

Otra forma de superar la ansiedad es desarrollar una personalidad o un alter ego. Imagina cómo actuarías si pudieras dejar a un lado todos tus miedos e inhibiciones: ¿Cómo te comportarías? ¿Qué dirías? Adopte la postura, el lenguaje corporal, los pensamientos y los sentimientos de su nuevo personaje en su próxima reunión o cuando salga con amigos. Este tipo de juego de roles lo ayudará a tener una idea de cómo es probable que respondan las personas, y estará más preparado para acercarse a su jefe cuando llegue el momento.

Pedir un aumento no se trata de tener una confrontación; más bien, se trata de crear una oportunidad para buscar lo que se merece.

Si se rechaza su solicitud de aumento y no se da ningún motivo, aproveche la oportunidad (hey, ha llegado tan lejos) para hacer preguntas abiertas sobre su desempeño y las razones del rechazo. Pregunte cuándo puede tener una conversación de seguimiento. El rechazo de cualquier tipo es difícil de tragar, y si se ha mentalizado, puede ser aún más difícil. Pero, para un posible aumento en el futuro, tendrá que seguir trabajando su músculo de hablar de dinero y desarrollar su confianza. La conversación está lejos de terminar.

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