¿Qué puede hacer la fisioterapia por mí?
Tratamientos de fisioterapia
Terapia Acuatica
La estimulación eléctrica ('Stim') obliga a un músculo o grupo muscular a contraerse y relajarse. El terapeuta coloca un par de parches de superficie que contienen electrodos en la piel sobre el área a tratar (por ejemplo, la parte baja de la espalda). Cada parche se conecta a un cable (cables aislados) que se conecta al equipo que controla y regula el estímulo. El terapeuta programa el equipo para administrar la cantidad correcta de estimulación durante un período de tiempo determinado.
La corriente eléctrica afecta las células nerviosas y musculares, que pueden estar en reposo o reaccionar al estímulo. El tratamiento no es doloroso. El paciente siente una pulsación suave o una sensación de encendido y apagado. Durante este tratamiento, se estimula la circulación que suministra al área objetivo oxígeno y alimento necesarios para la curación. Los fisioterapeutas han utilizado la estimulación eléctrica durante más de 15 años para mejorar la curación, aliviar la hinchazón y el dolor.
Calor y hielo
El calor aumenta la circulación, disminuye la rigidez, el dolor y el espasmo muscular. Los pacientes con signos tempranos de artritis a menudo encuentran un alivio sustancial de los síntomas al tomar un baño tibio o una ducha caliente. Esto se hace mejor temprano en el día para ayudar a relajar y aliviar la rigidez comúnmente asociada con formas de artritis (por ejemplo, osteoartritis). Los fisioterapeutas usan compresas calientes húmedas envueltas en varias capas de toallas que se colocan o envuelven alrededor del área afectada. A diferencia de una almohadilla térmica que solo proporciona calor superficial, una compresa caliente húmeda transfiere calor húmedo que penetra profundamente en los tejidos blandos y estimula la circulación local más que el calor solo.
El hielo disminuye el dolor al disminuir la velocidad de los impulsos nerviosos. Inflamación, la respuesta vascular del cuerpo a la lesión puede disminuir con formas de terapia de frío. El frío reduce la temperatura del tejido debajo de la piel. Las compresas frías, el masaje con hielo y las toallas con hielo generalmente se reconocen como los primeros auxilios después de un trauma. La aplicación de la terapia de frío durante un período prolongado puede dañar la piel. El tratamiento con hielo debe ser supervisado por un fisioterapeuta, especialmente cuando se trata una parte del cuerpo con exceso de trabajo.
La hidroterapia es probablemente uno de los tratamientos terapéuticos más antiguos. La hidroterapia es similar a un baño de hidromasaje. Los tanques de hidromasaje están disponibles en diferentes tamaños. Algunos están diseñados para acomodar todo el cuerpo. Durante la hidroterapia, tanto la temperatura del agua como la agitación se controlan para obtener el máximo beneficio.
La liberación miofascial ( liberación de my-o-fash-e-al) mejora la circulación, disminuye la tensión muscular y aumenta el rango de movimiento. La liberación miofascial es una forma de masaje localizado que afecta la fascia muscular. Músculo y grupos de músculos están encerrados en láminas de fascia. Durante la liberación miofascial, la fascia se manipula a mano para estirar sistemáticamente el tejido. El tejido cicatricial o el tejido apretado pueden aflojarse mediante el movimiento de fricción cruzada durante la terapia de masaje.
El ultrasonido es un tratamiento común y ha estado en uso por más de 40 años. Produce ondas de sonido de alta frecuencia que pasan a través de la piel para promover el calentamiento profundo de los tejidos blandos (por ejemplo, músculo). El efecto de calentamiento mejora la circulación y la curación. El ultrasonido a menudo se usa para tratar el espasmo muscular y relajar los músculos tensos. A diferencia de una compresa caliente, el ultrasonido funciona sin dañar la piel. El equipo controla la velocidad y la duración de las ondas sonoras.
Movimiento y condicionamiento
Todo el ejercicio es supervisado por un fisioterapeuta responsable de enseñarle al paciente cómo moverse correctamente mientras empuja más allá de los umbrales de dolor. Los fisioterapeutas quieren que los pacientes trabajen dentro de un rango sin dolor. Esto no significa necesariamente que el ejercicio sea fácil al principio. Recuerde el dicho por el que vale la pena trabajar por algo que valga la pena.
El calentamiento del cuerpo puede lograrse montando una bicicleta estacionaria seguida de estiramientos ligeros. Por supuesto, el tipo de calentamiento y terapia lo dicta el programa de tratamiento individual del paciente. El dolor muscular temporal de 24 a 48 horas después de la terapia de ejercicio es normal y debe esperarse. A medida que el ejercicio regular continúa, las molestias disminuirán. El estiramiento ayuda a aumentar la flexibilidad. Se pueden agregar ejercicios de resistencia y fortalecimiento a medida que el paciente progresa.
Algunos pacientes no pueden mover el área afectada sin ayuda. Luego, el fisioterapeuta moverá manualmente el área afectada (por ejemplo, brazo, pierna) para aumentar el rango de movimiento.
Ejercicio en casa
La fisioterapia a menudo incluye un programa personalizado de ejercicios en el hogar. Las instrucciones pueden incluir ejercicios escritos e ilustrados. Siempre consulte al terapeuta antes de comenzar o cambiar un programa de ejercicios de fisioterapia. Si es necesario, los cambios se pueden discutir con el médico del paciente.
Postura y Mecánica Corporal
Aprender a usar la mecánica corporal adecuada es importante para evitar más lesiones. Si el paciente está dispuesto a mantener un nivel adecuado de condición física, reducir el estrés y utilizar la mecánica corporal adecuada, se puede reducir el riesgo de lesiones por actividad.
Una postura correcta significa mantener la curva natural de la columna vertebral o la columna neutral. Una buena postura ayuda a minimizar el estrés en la columna vertebral. La postura puede ser la primera lección que un fisioterapeuta le enseña al paciente. La mala postura y la mecánica corporal son dos de las principales causas de dolor de cuello y espalda.
Una buena postura significa que los hombros se mantienen ligeramente hacia atrás y nivelados, las orejas están alineadas con los hombros, la barbilla está ligeramente doblada hacia adentro y la pelvis se mueve hacia adelante permitiendo que las caderas se alineen con los tobillos. La Figura 18, página 161 muestra una postura correcta. Observe que la plomada cuelga directamente desde el lóbulo de la oreja hasta la mitad del brazo hasta el tobillo.
Evitar hábitos de trabajo estresantes
Evite inclinarse sobre el escritorio por largos períodos de tiempo. No se siente demasiado lejos del área de trabajo sin la espalda apoyada. Ajuste la altura de la silla para que las rodillas estén dobladas en un ángulo de 90 grados. Doblar los codos en un ángulo de 90 grados; los codos pueden descansar sobre la superficie de trabajo. Evite acunar el teléfono contra la oreja y el hombro.
Consejos de elevación y transporte
Primero, observe el objeto a mover. Si parece ser demasiado pesado o engorroso, busque ayuda. Elimine los obstáculos en el camino antes de levantar el objeto. Piensa en cómo mantendrás una buena postura. Acércate lo más posible al objeto. Coloque los pies ligeramente separados y planos sobre el piso. Doblar las rodillas para proporcionar una base estable de apoyo.
Apriete los músculos del estómago, siga respirando y levante suavemente el objeto con los brazos y las piernas, no con la espalda. Intenta sostener el objeto a un lado y al fondo. Manténgalo cerca del cuerpo con la espalda recta y lleve el objeto con los codos ligeramente doblados.
Cuando transporte bolsas de compras o equipaje, divida la carga en dos. Intenta llevar la misma cantidad de peso en cada mano.
¿Empujar o tirar?
Empujar suele ser más eficiente. Mantenga la espalda recta y use las rodillas para empujar. Manténgase cerca del objeto reubicando el cuerpo de vez en cuando.
Consejos para llegar
Considere el tamaño, el peso y la ubicación del objeto. Use un taburete o escalera estable para acercarse lo más posible al objeto. Párese en el taburete o la escalera con ambos pies planos. Intenta enfrentar directamente el objeto. Una mano podría usarse para soporte adicional. Evite mirar hacia arriba ya que esto podría causar tensión en el cuello. Considere almacenar artículos de uso frecuente al alcance de la mano.
Este artículo es un extracto del libro Save Your Aching Back and Neck: A Patient's Guide , editado por el Dr. Stewart Eidelson.