Un estudio sobre ratones muestra por qué la falta de sueño alivia temporalmente la depresión

Muchas personas han experimentado un alivio de la depresión después de no haber dormido bien por la noche, pero el aumento del estado de ánimo generalmente solo dura hasta que la persona se vuelve a dormir.

Aunque la privación del sueño es un tratamiento poco práctico a largo plazo, los investigadores se han interesado en el funcionamiento de este fenómeno. Ahora, un equipo de investigación de la Universidad de Tufts ha señalado a la glia como los actores clave.

Anteriormente, los investigadores encontraron que los astrocitos, un tipo de célula glia en forma de estrella, regulan las sustancias químicas del cerebro involucradas en la somnolencia.

Mientras estamos despiertos, los astrocitos liberan continuamente el neurotransmisor adenosina, que se acumula en el cerebro y causa "presión del sueño", la sensación de somnolencia y sus déficits de memoria y atención relacionados.

La adenosina crea esta presión al unirse a los receptores en el exterior de las neuronas como una llave que encaja en una cerradura. A medida que se acumula más adenosina, se activan más receptores y la necesidad de dormir se vuelve más fuerte.

En el nuevo estudio, los investigadores investigaron si este proceso es responsable de las sensaciones antidepresivas durante la privación del sueño. A los ratones con síntomas depresivos se les administraron tres dosis de un compuesto que activa los receptores de adenosina, imitando la falta de sueño.

Aunque los ratones continuaron durmiendo normalmente, después de 12 horas mostraron una mejora significativa en el estado de ánimo y el comportamiento, que duró 48 horas.

Los hallazgos verifican que la acumulación de adenosina es responsable de los efectos antidepresivos de la falta de sueño. Estos resultados conducen a un objetivo prometedor para el desarrollo de nuevos fármacos porque sugiere que imitar químicamente la privación del sueño puede ofrecer los beneficios antidepresivos sin los efectos secundarios no deseados de perder el sueño.

Este tipo de tratamiento podría brindar un alivio inmediato de la depresión, especialmente en comparación con los antidepresivos tradicionales, que a menudo tardan de seis a ocho semanas en funcionar.

Según Dustin Hines, autor principal y becario postdoctoral en Tufts, este estudio también puede tener implicaciones más allá de la depresión y la regulación del sueño.

"Durante muchos años, los neurocientíficos se centraron casi exclusivamente en las neuronas, mientras que se descuidó el papel de la glía", dijo Hines.

"Ahora sabemos que la glía juega un papel importante en el control de la función cerebral y tiene el potencial de ayudar en el desarrollo de nuevos tratamientos para muchas enfermedades, incluida la depresión y los trastornos del sueño".

Fuente: Psiquiatría traslacional

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