Los jefes que procrastinan pueden generar desprecio en su personal

Un nuevo estudio revela que los gerentes que procrastinan al tomar decisiones y realizar tareas no solo hacen que los empleados se sientan menos comprometidos con el negocio, sino que también es más probable que muestren un comportamiento anormal y desagradable.

Lo más alarmante es que esto puede escalar más allá de tomar días de enfermedad innecesarios para volverse abusivo con los colegas y robar suministros de oficina, según un equipo de investigación internacional dirigido por los Dres. Alison Legood y Allan Lee de la Universidad de Exeter en el Reino Unido.

"Hemos descubierto que la procrastinación por parte de los gerentes puede ser realmente perjudicial para su personal, y las empresas deben tomar medidas para garantizar que haya mejores relaciones entre jefes y empleados", dijo Lee, profesor titular de estudios y gestión de organizaciones en la Universidad de Exeter's Business. Colegio.

"Cuando los jefes no hacen su trabajo, sabiendo que esto causará problemas a otros, hace que su personal se sienta frustrado y los deja menos comprometidos con su empleador".

Para el estudio, los investigadores recopilaron datos de 290 empleados sobre el impacto de la procrastinación de sus líderes y midieron cuánto procrastinaron los gerentes basándose en preguntas como "mi gerente demora la toma de decisiones hasta que es demasiado tarde".

Los investigadores también recopilaron más información de 250 trabajadores y sus 23 supervisores en una empresa china de fabricación de textiles en la provincia de Zhejiang.

Se pidió a los empleados que calificaran sus relaciones con sus jefes, mientras que a los gerentes se les pidió que calificaran si el personal era desviado y qué tan comprometidos parecían con la empresa, informan los investigadores.

Los resultados muestran que cuando los líderes procrastinan, esto conduce a un "comportamiento desviado" de su personal.

Los investigadores, también de la Universidad SOAS de Londres y la Universidad Deakin en Australia, sugieren que el personal debería intentar descubrir por qué sus gerentes son propensos a la postergación y también participar en cualquier toma de decisiones para ayudar a combatir el problema.

Las empresas también podrían impartir formación para intentar fomentar mejores relaciones entre el personal y los directivos, aconsejaron los investigadores.

"Descubrimos que es menos probable que los empleados se sientan frustrados por la postergación de sus líderes si tenían una buena relación con ese líder", señaló Lee. "Fomentar las sesiones de retroalimentación, como la retroalimentación de 360 ​​grados, puede ayudar a los líderes a ser más conscientes de su propio comportamiento, y compartir el liderazgo podría reducir el efecto de un líder procrastinado".

El estudio fue publicado en la Revista de Psicología Ocupacional y Organizacional.

Fuente: Universidad de Exeter

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