El embarazo cambia el cerebro de la madre

Un nuevo estudio explora, por primera vez, el impacto del embarazo en la estructura del cerebro de la madre.

Investigadores de la Universitat Autonoma de Barcelona (UAB) descubrieron que el embarazo implica cambios duraderos, al menos durante dos años después del parto, en la morfología del cerebro de una mujer.

Usando imágenes de resonancia magnética, los científicos encontraron que después de un primer embarazo, los cerebros de las mujeres muestran reducciones significativas en la materia gris en las regiones asociadas con la cognición social.

Los investigadores creen que tales cambios corresponden a un proceso adaptativo de especialización funcional hacia la maternidad.

“Estos cambios pueden reflejar, al menos en parte, un mecanismo de poda sináptica, que también tiene lugar en la adolescencia, donde se eliminan las sinapsis débiles, dando paso a redes neuronales más eficientes y especializadas”, dijo Elseline Hoekzema, coautora principal de el estudio.

Según Erika Barba, la otra coautora principal, "estos cambios se refieren a áreas del cerebro asociadas con funciones necesarias para manejar los desafíos de la maternidad".

De hecho, los investigadores encontraron que las áreas con reducciones de materia gris se superponían con las regiones del cerebro activadas durante una sesión de neuroimagen funcional en la que las madres del estudio veían imágenes de sus propios bebés.

Para el estudio, los investigadores compararon imágenes de resonancia magnética de 25 madres primerizas antes y después de su embarazo, de 19 parejas masculinas y un grupo de control de 20 mujeres que nunca habían estado embarazadas y 17 parejas masculinas. Recopilaron información sobre los participantes durante cinco años y cuatro meses.

Los resultados de la investigación, dirigida por Òscar Vilarroya y Susanna Carmona, demostraron una reducción simétrica en el volumen de materia gris en la línea de la corteza medial frontal y posterior, así como en secciones específicas de, principalmente, corteza prefrontal y temporal en mujeres embarazadas. .

“Estas áreas corresponden en gran medida a una red asociada a los procesos involucrados en la cognición social y el procesamiento autoenfocado”, dijo Carmona.

Los análisis de los investigadores de las exploraciones determinaron con gran fiabilidad si una mujer en el estudio había estado embarazada según los cambios en la estructura del cerebro. Los investigadores señalan que incluso pudieron predecir el apego de la madre a su bebé en el período posparto basándose en estos cambios cerebrales.

El estudio tuvo en cuenta variaciones tanto en mujeres que se habían sometido a tratamientos de fertilidad como en mujeres que habían quedado embarazadas de forma natural, y las reducciones de materia gris fueron prácticamente idénticas en ambos grupos.

Los investigadores agregaron que no observaron ningún cambio en la memoria u otras funciones cognitivas durante los embarazos y, por lo tanto, creen que la pérdida de materia gris no implica ningún déficit cognitivo.

“Los hallazgos apuntan a un proceso adaptativo relacionado con los beneficios de detectar mejor las necesidades del niño, como identificar el estado emocional del recién nacido”, explicó Vilarroya. "Además, proporcionan pistas primarias sobre la base neuronal de la maternidad, la salud mental perinatal y la plasticidad cerebral en general".

El estudio fue publicado en Neurociencia de la naturaleza.

Fuente: Universitat Autonoma de Barcelona

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