Nuevos medicamentos pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes de Parkinson
Una nueva investigación presentada en la reunión anual de la Academia Estadounidense de Neurología podría conducir a una mejor gestión de la enfermedad de Parkinson.Los expertos informaron sobre nuevos medicamentos que mitigan los problemas de presión arterial, abordan la eficacia reducida del fármaco ampliamente utilizado levodopa y brindan una opción cuando falla la terapia tradicional.
"Todos estos tratamientos son noticias prometedoras para las personas con la enfermedad de Parkinson, que es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común después de la enfermedad de Alzheimer", dijo Robert A. Hauser, M.D., M.B.A., autor de los tres estudios.
El primer estudio se ocupó de la rápida caída de la presión arterial que pueden experimentar las personas con Parkinson al ponerse de pie, lo que puede provocar mareos, desmayos y caídas.
El problema, que afecta a alrededor del 18 por ciento de las personas con la enfermedad, se debe a que el sistema nervioso autónomo no responde a los cambios de postura liberando suficiente noradrenalina química.
Los investigadores asignaron al azar a 225 personas para recibir ocho semanas de tratamiento de dosis estable con un placebo o el fármaco droxidopa, que se convierte en norepinefrina.
Después de una semana de tratamiento estable, los que recibieron el fármaco tuvieron una disminución clínicamente significativa del doble de los síntomas de mareos y aturdimiento, en comparación con el placebo. También tuvieron menos caídas, o 0,38 caídas por paciente por semana, en comparación con 1,73 para los que recibieron un placebo en promedio durante toda la duración del estudio de 10 semanas.
El segundo estudio analizó el tratamiento con un nuevo fármaco para el "desgaste" que ocurre en personas que han estado tomando levodopa durante varios años. A medida que desaparece el efecto de cada dosis, las personas experimentan períodos de tiempo más prolongados en los que los síntomas motores no responden a la levodopa.
En este estudio, 420 personas que estaban experimentando un promedio de seis horas de tiempo libre por día recibieron un placebo o una de las cuatro dosis del fármaco tozadenant además de su levodopa durante 12 semanas.
Las personas que recibieron dos de las dosis del fármaco tuvieron un poco más de una hora menos de tiempo libre al día al final de las 12 semanas que al comienzo del estudio. Tampoco tuvieron movimientos involuntarios más molestos, llamados discinesia, durante su tiempo de "encendido".
El estudio final involucró a 321 personas con enfermedad de Parkinson temprana cuyos síntomas no estaban bien controlados por fármacos agonistas de la dopamina como la levodopa que activan los receptores del neurotransmisor.
Para el estudio de 18 semanas, los participantes tomaron el fármaco rasagilina o un placebo además de su agonista de dopamina. La rasagilina también aumenta los niveles de dopamina, pero a través de un mecanismo neural diferente.
Al final del estudio, los que tomaban rasagilina habían mejorado en la escala de calificación de la enfermedad de Parkinson. Además, la rasagilina fue bien tolerada con eventos adversos similares a los del placebo.
Fuente: Academia Estadounidense de Neurología