Los niveles altos de dopamina en las mujeres pueden estar relacionados con la procrastinación

Un nuevo estudio alemán encuentra que las mujeres con una predisposición genética a niveles más altos de dopamina en el cerebro pueden ser más propensas a tener comportamientos procrastinadores. No se encontró tal vínculo en los hombres.

“El neurotransmisor dopamina se ha asociado repetidamente con una mayor flexibilidad cognitiva en el pasado”, dice el Dr. Erhan Genç del Departamento de Biopsicología de la Ruhr-University Bochum. "Esto no es fundamentalmente malo, pero a menudo va acompañado de una mayor distracción".

Los hallazgos se publican en la revista Neurociencia social cognitiva y afectiva.

Los investigadores estudiaron el genotipo de 278 hombres y mujeres. Estaban particularmente interesados ​​en lo que se conoce como gen de la tirosina hidroxilasa (gen TH). Dependiendo de la expresión del gen, el cerebro de las personas contiene diferentes cantidades de neurotransmisores de la familia de las catecolaminas, a la que pertenece el neurotransmisor dopamina, junto con epinefrina (adrenalina) y norepinefrina (noradrenalina).

El equipo también utilizó un cuestionario para registrar qué tan bien los participantes pudieron controlar sus acciones. Descubrieron que las mujeres con un control de acción más deficiente tenían una predisposición genética a niveles más altos de dopamina.

Si un individuo tiende a posponer las tareas o abordarlas de inmediato, depende de su capacidad para mantener una intención específica de actuar sin distraerse con factores que interfieran. La dopamina podría ser crucial aquí. En estudios anteriores, la dopamina no solo se ha asociado con una mayor flexibilidad cognitiva, sino que también parece facilitar que la información ingrese a la memoria de trabajo.

“Suponemos que esto hace que sea más difícil mantener una clara intención de actuar”, dice la candidata a doctorado Caroline Schlüter. "Las mujeres con un nivel más alto de dopamina como resultado de su genotipo pueden tender a posponer las acciones porque están más distraídas por factores ambientales y de otro tipo".

Investigaciones anteriores también han demostrado diferencias específicas de género entre la expresión del gen TH y el comportamiento.

“La relación aún no se comprende completamente, pero la hormona sexual femenina estrógeno parece jugar un papel”, dice Genç. El estrógeno influye indirectamente en la producción de dopamina en el cerebro y aumenta la cantidad de ciertas neuronas que responden a las señales del sistema de dopamina.

“Por tanto, las mujeres pueden ser más susceptibles a las diferencias genéticas en los niveles de dopamina debido al estrógeno, lo que, a su vez, se refleja en el comportamiento”, dice el biopsicólogo.

A continuación, el equipo tiene la intención de estudiar hasta qué punto los niveles de estrógeno realmente influyen en la relación entre el gen TH y el control de la acción. "Esto requeriría observar más de cerca el ciclo menstrual y las fluctuaciones asociadas en los niveles de estrógeno de las participantes", dice Schlüter.

Además de la dopamina, el gen TH también influye en la norepinefrina, otro importante neurotransmisor de la familia de las catecolaminas. Los investigadores tienen como objetivo examinar el papel que juegan estos dos neurotransmisores en el control de la acción en estudios posteriores.

Fuente: Ruhr-University Bochum

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