El análisis de sangre puede detectar el Alzheimer en etapas muy tempranas

Un nuevo análisis de sangre puede ser capaz de detectar indicadores biológicos tempranos de la enfermedad de Alzheimer mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas.

La investigación, de la Universidad Ruhr de Bochum en Alemania, se publica en Medicina Molecular EMBO.

Una característica importante de la enfermedad de Alzheimer es la acumulación de placas de beta amiloide en el cerebro. El análisis de sangre funciona midiendo las cantidades relativas de una forma patológica y saludable de beta amiloide en la sangre. La forma patológica es una versión mal plegada de la molécula y se sabe que impulsa el desarrollo de placas tóxicas en el cerebro.

Estas moléculas de beta-amiloide tóxicas comienzan a acumularse en el cuerpo del paciente de 15 a 20 años antes del inicio de la enfermedad. En la nueva investigación, el líder del estudio de Ruhr, el Dr. Klaus Gerwert, y sus colegas de Alemania y Suecia analizaron si el análisis de sangre podría detectar indicios de beta amiloide patológica en las primeras etapas de la enfermedad.

El equipo se centró primero en los pacientes en la fase temprana (prodrómica) de la enfermedad que se inscribieron en la cohorte sueca BioFINDER. Descubrieron que la prueba detectó con éxito alteraciones de beta amiloide en la sangre de participantes con deterioro cognitivo leve y que también mostraron depósitos de amiloide anormales en escáneres cerebrales.

A continuación, los investigadores investigaron si su ensayo era capaz de detectar cambios en la sangre mucho antes del inicio de la enfermedad. Usando datos del estudio de cohorte ESTHER, compararon las muestras de sangre de 65 participantes que serían diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer en un momento posterior con 809 controles.

Con una precisión general del 8 por ciento, los investigadores pudieron detectar signos de Alzheimer en personas sin síntomas clínicos en promedio ocho años antes del diagnóstico. La prueba identificó correctamente a las personas con la enfermedad en casi el 70 por ciento de los casos, mientras que alrededor del 9 por ciento de los sujetos verdaderos negativos se detectarían erróneamente como positivos.

Las herramientas de diagnóstico actuales para la enfermedad de Alzheimer incluyen costosas tomografías por emisión de positrones (PET) o analizar muestras de líquido cefalorraquídeo tomadas mediante punción lumbar. Los investigadores sugieren que su análisis de sangre ofrece una opción económica y sencilla para ayudar a identificar a los individuos de la población general que serían candidatos para realizar más pruebas.

El análisis de sangre utiliza una tecnología llamada sensor de inmuno-infrarrojos para medir la distribución de estructuras patológicas y saludables de beta-amiloide. La estructura patológica de la beta amiloide es rica en un patrón de plegado pegajoso, similar a una hoja, que la hace propensa a agruparse, mientras que la estructura sana no lo es. Las dos estructuras absorben luz infrarroja a una frecuencia diferente, lo que permite que la prueba identifique la proporción de beta amiloide sano con respecto al patológico en la muestra.

El análisis de sangre se extenderá a la enfermedad de Parkinson midiendo otro biomarcador de la enfermedad, la alfa-sinucleína, en lugar de la beta amiloide.

Fuente: EMBO

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