Los detalles pueden perderse al adaptarse a las nuevas reglas

Al modificar nuestro comportamiento para adaptarnos a un entorno cambiante, a menudo nos resulta difícil volver a aprender las tareas. En un nuevo estudio, los investigadores encontraron que cuando las reglas cambian, podemos ajustarnos, pero se necesita tiempo, práctica y trabajo duro.

Además, los hallazgos del estudio sugieren que el dominio de las nuevas reglas a menudo tiene el precio de una pérdida de atención a los detalles.

Hans Schroder, un estudiante de doctorado en psicología clínica en la Universidad Estatal de Michigan, y sus colegas determinaron que la modificación del comportamiento exitosa implica anular las reglas a las que nos adherimos a diario.

Esto requiere una atención y un esfuerzo considerables, y no siempre lo hacemos bien la primera vez. Cuando cambiamos entre dos o más tareas, somos más lentos y es más probable que cometamos errores, lo que sugiere que el cambio de tareas es un proceso costoso.

Esto puede explicar por qué es tan difícil aprender de nuestros errores cuando cambian las reglas.

“Cambiar las reglas que usamos para realizar una tarea nos hace menos conscientes de nuestros errores. Por lo tanto, nos cuesta más aprender de ellos. Eso se debe a que cambiar de tarea es mentalmente agotador y costoso, lo que nos lleva a prestar menos atención a los detalles y, por lo tanto, a cometer más errores ", dijo Schroder.

En el estudio, se pidió a 67 estudiantes universitarios que usaran una gorra, que registraba la actividad eléctrica en el cerebro. Luego realizaron una tarea informática en la que es fácil cometer errores.

Específicamente, a los participantes se les mostraron cadenas de letras como “MMMMM” o “NNMNN” y se les dijo que siguieran una regla simple: si “M” está en el medio, presione el botón izquierdo; si "N" está en el medio, presione el botón derecho.

Después de haber seguido esta regla durante casi 50 ensayos, se les indicó que realizaran la misma tarea, pero con las reglas invertidas; es decir, ahora si "M" está en el medio, presione el botón derecho; y si "N" está en el medio, presione el botón izquierdo.

Como era de esperar, cuando se invirtieron las reglas, los participantes cometieron más errores consecutivos. Además, era más probable que se equivocaran dos veces seguidas.

Los investigadores creen que este comportamiento muestra que las personas eran menos propensas a recuperarse y aprender de sus errores. Revertir las reglas también produjo una mayor actividad cerebral relacionada con el control y menos consciente de los errores.

En resumen, los resultados sugieren que cuando las reglas se invierten, nuestro cerebro trabaja más duro para hacer malabares con las dos reglas, la nueva regla y la vieja regla, y mantenerse enfocado en la nueva regla. Como resultado del aumento de la actividad cerebral para determinar la regla apropiada, tenemos menos poder cerebral disponible para reconocer nuestros errores.

El estudio se publica en línea en la revista Neurociencia cognitiva, afectiva y conductual.

Fuente: Springer

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