La proteína cerebral puede influir en la adicción a la cocaína

Una proteína reguladora mejor conocida por su papel en un raro trastorno genético del cerebro también puede desempeñar un papel fundamental en la adicción a la cocaína, según un estudio reciente en ratas.

El estudio fue financiado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), un componente de los Institutos Nacionales de Salud, y publicado el domingo 15 de agosto en la revista Neurociencia de la naturaleza.

Investigadores del Instituto de Investigación Scripps en Jupiter, Florida, encontraron que el consumo de cocaína aumentaba los niveles de una proteína reguladora llamada MeCP2 que regresa al núcleo para influir en la expresión génica en el cerebro de ratas. A medida que aumentaban los niveles de MeCP2 en el cerebro, también aumentaba la motivación de los animales para autoadministrarse cocaína. Esto sugiere que MeCP2 juega un papel crucial en la regulación de la ingesta de cocaína en ratas y quizás en la determinación de la vulnerabilidad a la adicción.

"Este descubrimiento, utilizando un modelo animal de adicción, ha expuesto un efecto importante de la cocaína a nivel molecular que podría resultar clave para comprender el consumo compulsivo de drogas", dijo la Dra. Nora D. Volkow, directora de NIDA. "Debería abrir nuevas vías de investigación sobre las causas y las formas de contrarrestar los cambios de comportamiento relacionados con la adicción en los seres humanos".

Esta es la segunda vez este año que se identifica un factor crítico relacionado con la autoadministración de cocaína en roedores. En un estudio publicado en julio en la revista Naturaleza, Los investigadores de Scripps identificaron que la molécula reguladora miARN-212 desempeña un papel clave en la ingesta de cocaína. Sin embargo, MeCP2 aumentó la motivación por la cocaína, mientras que miRNA-212 tuvo el efecto contrario, lo que sugiere que este último juega un papel protector contra la búsqueda de drogas.

En el estudio actual, los investigadores descubrieron que el equilibrio del cerebro entre MeCP2 y miARN-212 regula en última instancia la ingesta de cocaína. Cuando el equilibrio se desplaza hacia MeCP2, aumenta la ingesta de cocaína. Cuando el equilibrio se desplaza hacia el miRNA-212, la ingesta de cocaína disminuye. Sin embargo, aún no se comprende qué determina el equilibrio y será el foco de la investigación futura.

"Este estudio representa otra pieza en el rompecabezas de determinar la vulnerabilidad a la adicción a la cocaína", dijo Paul J. Kenny, autor principal del estudio y profesor asociado en Scripps. "Si podemos seguir juntando las piezas, es posible que podamos determinar si existen tratamientos viables para esta afección".

Fuente: Nature Neuroscience

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