Investigadores descubren cómo la cocaína se vuelve adictiva

No es ningún secreto que la cocaína es una droga muy adictiva. Sin embargo, hasta hace poco no se conocían los mecanismos detrás de su capacidad para alterar y controlar el cerebro como sustancia adictiva.

Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina Mount Sinai ha descubierto el proceso de cómo la cocaína corrompe el cerebro, y los investigadores creen que la información proporcionará información clave sobre el desarrollo de nuevas terapias para tratar la adicción a la cocaína.

Mary Kay Lobo, Ph.D., becaria postdoctoral en el departamento de neurociencia y autora principal del estudio, dijo que los hallazgos son los primeros en conectar la activación de neuronas específicas con la capacidad de alterar la recompensa de la cocaína.

En estudios anteriores, la cocaína se ha relacionado con los circuitos de recompensa en el cerebro.

Esnifar cocaína hace que se produzcan altos niveles de secreción de dopamina en una región central del cerebro. La dopamina juega un papel crucial en la respuesta del cerebro a la recompensa, así como en su respuesta a las drogas adictivas.

En el nuevo estudio, los investigadores descubrieron que dos neuronas principales (D1 y D2) que se encuentran en la región del núcleo accumbens del cerebro ejercen efectos opuestos sobre la recompensa de la cocaína. La región del núcleo accumbens es un área crítica del centro de recompensa del cerebro.

Mediante el uso de la tecnología optogenética, los investigadores encontraron que la activación de las neuronas D1 aumenta la recompensa de la cocaína mientras que la activación de las neuronas D2 disminuye la recompensa. La optogenética proporciona un método para controlar ópticamente la actividad neuronal en roedores que se mueven libremente.

“Los datos sugieren un modelo en el que la exposición crónica a la cocaína da como resultado un desequilibrio en la actividad de las dos neuronas del núcleo accumbens: mayor actividad en las neuronas D1 combinada con menor actividad en las neuronas D2”, Lobo. "Esto sugiere además que la señalización de BDNF-TrkB en las neuronas D2 media esta actividad disminuida en las neuronas D2".

La recompensa opuesta de la cocaína similar a la que se encuentra al activar cada neurona se logra al interrumpir el factor neurotrófico derivado del cerebro, que es una proteína en el cerebro conocida por su participación en la supervivencia neuronal, el aprendizaje y la señalización de la memoria y el abuso de drogas a través de su receptor TrkB en D1. o neuronas D2.

Eric Nestler, M.D., PH.D., coautor del estudio, dijo que la información proporciona una nueva perspectiva sobre el proceso de cómo la cocaína afecta de manera diferente a dos subtipos neuronales que se entremezclan de manera heterogénea en el núcleo accumbens.

"Podemos utilizar esta información para desarrollar potencialmente nuevas terapias para la adicción a la cocaína, posiblemente destinadas a alterar la actividad neuronal de forma selectiva en cualquiera de los subtipos neuronales", añadió.

Los hallazgos de este estudio se publicaron en la edición del 15 de octubre de 2010 de Ciencias.

Según la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud de 2008, aproximadamente 36,8 millones de estadounidenses de 12 años o más habían probado la cocaína al menos una vez en su vida.

Fuente: The Mount Sinai Hospital / Mount Sinai School of Medicine

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