Se muestra que la psilocibina reduce el dolor del rechazo social

Aunque el rechazo social es doloroso para cualquier persona, las personas con trastornos de salud mental suelen tener una reacción mucho más fuerte a este tipo de exclusión en comparación con las personas sanas. Este estrés adicional puede afectar negativamente el desarrollo y el tratamiento de muchos trastornos psiquiátricos.

Además, la mayor reactividad a la exclusión social y al dolor social puede aumentar el riesgo de que los pacientes se retiren de la vida social y, por lo tanto, experimenten menos apoyo.

Ahora, investigadores de la Universidad de Zúrich han descubierto que una pequeña cantidad de psilocibina cambia la forma en que el cerebro procesa los conflictos sociales y, como resultado, los participantes experimentaron la exclusión social y el rechazo para ser menos estresantes. La psilocibina es el ingrediente activo de las setas mágicas.

Los enfoques terapéuticos actuales se han quedado cortos cuando se trata de tratar problemas sociales en pacientes psiquiátricos, en particular porque hasta ahora se sabe poco sobre los mecanismos neurofarmacológicos subyacentes a estos procesos cerebrales.

En el nuevo estudio, los investigadores encontraron que la psilocibina estimula receptores específicos del neurotransmisor serotonina. Esto resultó en una reacción menos severa al rechazo social en las áreas cerebrales asociadas.

En consecuencia, los participantes se sintieron menos excluidos después de la administración de psilocibina que después de la ingesta de un placebo. También informaron haber experimentado menos dolor social.

“El aumento de la actividad en áreas del cerebro como la corteza cingulada anterior dorsal se asocia con una mayor experiencia de dolor social. Se ha demostrado que esto está presente en diferentes trastornos psiquiátricos. La psilocibina parece influir en estas áreas particulares del cerebro ”, dijo la Dra. Katrin Preller, primera autora del estudio.

Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para investigar estos procesos. Agregando a esto una segunda técnica de imagen, conocida como espectroscopia de resonancia magnética (MRS), también mostraron que otro metabolito está involucrado en la experiencia del dolor social: el aspartato.

“Estos nuevos resultados podrían ser innovadores para la iluminación de los mecanismos neurofarmacológicos de la interacción social y pueden ayudar a desarrollar nuevos tratamientos”, dijo el Dr. Franz Vollenweider, director de la Unidad de Neuropsicofarmacología e Imágenes Cerebrales.

Los nuevos hallazgos ayudan a los investigadores de múltiples formas. En primer lugar, pueden ayudar a los científicos a desarrollar medicamentos más eficaces para tratar los trastornos psiquiátricos caracterizados por una mayor reactividad al rechazo social, como la depresión o el trastorno límite de la personalidad.

"Por otro lado", añade Vollenweider, "la reducción del dolor y el miedo psicológicos puede facilitar la relación terapeuta-paciente y, por tanto, el tratamiento psicoterapéutico de las experiencias sociales negativas formativas".

Fuente: Universidad de Zurich

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