Los videojuegos violentos pueden mejorar el comportamiento de los adolescentes
La relación entre jugar videojuegos violentos y el comportamiento de los jóvenes ha sido objeto de acalorados debates durante más de una década. Aunque el comportamiento se ha mantenido constante, los académicos y los médicos siguen divididos en opiniones sobre si los juegos violentos son dañinos.
En 2011, la Corte Suprema de Estados Unidos, en una decisión que examinó la constitucionalidad de regular la venta de juegos violentos a menores, declaró que la evidencia de la investigación no podía respaldar las afirmaciones de "daño" causado a menores.
Ahora, en un nuevo estudio publicado en Psicología de la cultura mediática popular, Christopher J. Ferguson y John Colwell siguieron una muestra de 304 niños en el Reino Unido para proporcionar una evaluación contemporánea del problema.
Utilizando un enfoque de encuesta, el estudio examinó la exposición de los jóvenes a contenido violento en los videojuegos, así como la participación de los padres en su juego.
Los resultados incluyeron actitudes antisociales, comportamientos de intimidación y participación en actividades cívicas, como el voluntariado en sus comunidades. El estudio también evaluó los motivos de los niños para jugar videojuegos, sorprendentemente, uno de los pocos estudios que lo hicieron.
Contrariamente a los temores de muchos, los resultados indicaron que el uso de juegos violentos no se asoció con actitudes antisociales o comportamiento de intimidación. De hecho, el uso violento de videojuegos se asoció con un aumento de los comportamientos cívicos, aunque la relación era muy pequeña y de naturaleza correlacional.
En conjunto, estos resultados sugieren que el uso violento de videojuegos no está asociado con conductas problemáticas en los jóvenes relacionados con la agresión o las conductas prosociales / cívicas.
La participación de los padres no se asoció con una menor exposición a los videojuegos violentos. Los investigadores plantean la hipótesis de que esto puede deberse a que los padres se sienten cómodos con el contenido de los juegos una vez que ellos mismos los juegan.
Con respecto a las motivaciones para el juego violento, no fue sorprendente encontrar que los niños jugaban más juegos violentos que las niñas. Sin embargo, entre los jóvenes que jugaban videojuegos, los juegos eran tanto una actividad divertida como una liberación del estrés.
Los investigadores explican que estos resultados son consistentes con la evidencia de otros estudios que indican que los jóvenes a menudo recurren a juegos orientados a la acción para reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
En total, los resultados de este estudio sugieren que los videojuegos violentos no son objeto de preocupación como antes se percibía.
Al igual que con otras formas de arte, que van desde la música rock hasta los cómics, las percepciones del daño causado por los videojuegos a la sociedad pueden ser cada vez más una cosa del pasado.
Fuente: Asociación Americana de Psicología / EurekAlert