Investigadores descubren regiones del cerebro equitativas

El desarrollo de la civilización requirió que el homo sapiens reconociera y respetara las normas sociales fundamentales. A veces, las normas significan que tenemos que sufrir por el bien de la comunidad, una acción que va en contra de algunas de nuestras raíces evolutivas.

Ahora, utilizando la tecnología, los investigadores están aprendiendo cómo el cerebro es capaz de adaptarse e ir en contra de nuestros propios intereses económicos e impulsos egoístas.

Los investigadores han descubierto que las redes neuronales están detrás del autocontrol. Publicaron sus hallazgos en la revista. Neurociencia de la naturaleza.

En el estudio, los científicos utilizaron tanto métodos de estimulación magnética transcraneal (TMS) como imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI).

Los investigadores descubrieron que las personas solo castigan las violaciones de las normas por cuenta propia si se activa la corteza prefrontal dorsolateral, un área importante de control ubicada en la parte frontal del cerebro.

Esta entidad de control también debe interactuar con otra región frontal, la corteza prefrontal ventromedial, para que ocurra el castigo.

La comunicación entre estas dos regiones frontales del cerebro también respalda investigaciones anteriores que determinaron que la corteza prefrontal ventromedial codifica el valor subjetivo de los bienes de consumo y el comportamiento normativo.

Como explica el neurocientífico Thomas Baumgartner, parece plausible que esta región del cerebro también pueda codificar el valor subjetivo de una sanción. Este valor aumenta a través de la comunicación con la corteza prefrontal dorsolateral.

Baumgartner y otros investigadores descubrieron que la comunicación entre las dos regiones del cerebro se vuelve más difícil si se reduce la actividad en la corteza prefrontal dorsolateral. Esto, a su vez, hace que sea mucho más difícil castigar las violaciones de las normas por cuenta propia.

Los expertos creen que los resultados podrían ser importantes en el uso terapéutico del método de estimulación cerebral no invasiva en pacientes psiquiátricos y forenses.

Los pacientes que exhiben un fuerte comportamiento antisocial también muestran con frecuencia una actividad reducida en la corteza prefrontal ventromedial.

Esta región del cerebro, sin embargo, no es directamente accesible para la estimulación cerebral no invasiva, ya que su ubicación es demasiado profunda dentro del cerebro.

Los resultados del estudio actual sugieren que la actividad en esta región del cerebro podría incrementarse si la actividad en la corteza prefrontal dorsolateral aumentara con la ayuda de la estimulación cerebral.

Los investigadores creen que esto induciría indirectamente un aumento en la actividad de las regiones frontales del cerebro, lo que podría ayudar a mejorar el comportamiento prosocial y justo.

Fuente: Universidad de Zurich

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