Algunos perfeccionistas tienen un lado más oscuro
Un nuevo estudio ha analizado cómo los diferentes tipos de perfeccionistas difieren en su comportamiento social, así como en qué tipo de humor se involucran, entre otros rasgos.
Los hallazgos muestran que las personas que son perfeccionistas "orientadas hacia los demás" (aquellos que tienen altas expectativas para los demás pero no para sí mismos) tienen un lado mucho más oscuro de sus personalidades, a menudo exhibiendo rasgos de narcisismo e incluso psicopatía.
El perfeccionismo es un rasgo de la personalidad que se caracteriza por el establecimiento de estándares extremadamente altos y ser excesivamente crítico con uno mismo o con otras personas. Los psicólogos reconocen tres tipos de perfeccionismo, cada uno con diferentes creencias, actitudes, motivaciones y comportamientos: orientado a sí mismo, prescrito socialmente y orientado a los demás.
Los perfeccionistas “orientados a sí mismos” tienen estándares personales extremadamente altos, luchan por la perfección y esperan no cometer errores. Los perfeccionistas “socialmente prescritos” se esfuerzan por ser impecables porque creen que ser perfecto es importante para otras personas.
En contraste, los perfeccionistas "orientados hacia los demás" solo son menospreciadores y críticos con los demás. No solo esperan que otras personas sean perfectas, sino que también pueden ser muy críticos con aquellos que no cumplen con sus expectativas.
La investigación ha demostrado que los perfeccionistas "orientados hacia los demás" tienden a tener los rasgos de personalidad denominados "Tríada Oscura" de narcisismo, maquiavelismo y psicopatía. Tienen problemas con la intimidad, la crianza y su desarrollo social y tienden a ser narcisistas, antisociales y tienen un sentido del humor agresivo. Les importan poco las normas sociales y no encajan fácilmente en el panorama social más amplio.
Para el estudio, el psicólogo e investigador Dr. Joachim Stoeber, de la Universidad de Kent en el Reino Unido, comparó los rasgos de los perfeccionistas orientados hacia los demás con los de los perfeccionistas que solo se ponen el listón muy alto para ellos mismos.
Entre los 229 estudiantes universitarios participantes, Stoeber descubrió que el perfeccionismo orientado a sí mismo es la única de las tres formas que tiene un elemento prosocial.
Aunque se centran en sí mismos, expresan interés en los demás, se preocupan por las normas sociales y las expectativas de los demás. Prefieren el humor afiliativo que mejora las relaciones y evitan las bromas agresivas.
Los perfeccionistas prescritos socialmente, sin embargo, hacen bromas de autocrítica, tienen baja autoestima y poca autoestima, y a menudo se sienten inferiores. Pueden ser bastante antisociales y sin emociones, y no responden bien a los comentarios positivos.
Los perfeccionistas orientados hacia los demás, por otro lado, tienden a exhibir un sentido del humor agresivo, que a menudo está a expensas de los demás. Este es solo uno de los muchos rasgos indiferentes que tienen que muestra un desprecio por las expectativas de los demás y las normas sociales. Expresan un sentido de superioridad y no encajan fácilmente en un círculo social más grande, lo que los hace bastante antisociales.
“El perfeccionismo orientado hacia los demás es una forma 'oscura' de perfeccionismo asociado positivamente con características de personalidad narcisista, antisocial e indiferente”, dice Stoeber.
El estudio se publica en Springer Revista de psicopatología y evaluación del comportamiento.
Fuente: Springer Science + Business Media