5 consejos para destrabar el botón inadecuado
Algunas cosas o personas pueden no presionar sus botones con tanta fuerza. Algunos simplemente te hacen sentir una irritación leve o te dan esa sensación de poner los ojos en blanco.
Cualquiera que sea el caso, ¿se ha preguntado por qué estas acciones o comportamientos presionan esos botones? Mejor aún, ¿sabes cuáles son esos botones?
Recientemente, me presionaron el botón "inadecuado". Por lo general, cuando alguien lo empuja, se atasca y se necesita mucho tiempo para “despegarse”, y todo lo que me rodea parece reforzar ese sentimiento. Sin embargo, he aprendido un par de valiosas lecciones y recordatorios de mi experiencia reciente. Compartiré algunos contigo:
- Soy lo suficientemente bueno. Solo necesito recordarme eso todos los días.
- A veces, la actitud de "no soy yo, eres tú" puede ser útil.
- No tengo que absorber las inseguridades de otras personas.
- Las personas débiles necesitan golpearte detrás de las rodillas para ganar fuerza.
- Cuando haces lo mejor que sabes que puedes, eso es lo que importa.
¿Cuáles son algunas formas de lidiar con los "pulsadores de botones"? Aquí hay algunas cosas que he aprendido de mi propia experiencia:
- Reconozca que es un sentimiento incómodo. ¡Sea consciente de sus botones! Hay momentos en los que simplemente tenemos que ser honestos con nosotros mismos y admitir que la situación en la que nos encontramos, o los sentimientos que estamos experimentando, nos colocan en un pésimo lugar. No podemos ocuparnos de algo hasta que le hayamos puesto un nombre. ¡Nombra tu mala situación!
- Esté dispuesto a hablar con alguien al respecto. No cualquiera, sino alguien que sea positivo y, al mismo tiempo, alguien en quien confíe para recibir buenos consejos. Nada te hunde más en las profundidades del infierno emocional que hablar con una "Debbie Downer" o esa "Negative Nancy". ¡Algunas personas nunca tienen nada positivo o edificante que decir! Por otro lado, no queremos acercarnos a aquellos que tomarán su situación y la convertirán en la de ellos. Ya sabes, la gente a la que le gusta decir "uf, ¿crees que eso es malo, déjame contarte lo que me pasó!" Este no es el momento de ser ignorado o minimizado.
- Diario. No hay nada mejor que escribir nuestros pensamientos y sentimientos y poder reflexionar sobre ellos un par de días después. Nos ayuda a observar nuestro crecimiento y a encontrar lecciones sencillas. Navegaré por siempre en el barco del diario. Personalmente me ha rescatado de las emociones negativas y me ha permitido un espacio libre de juicios para dejar fluir mis pensamientos y emociones. Confío en mi diario porque es un fiel reflejo de mis sentimientos y me proporciona el foro para desahogarme.
- Piense por qué el botón que presionó le hizo sentir tan incómodo. He aprendido que muchas veces, las cosas que otros hacen que me irritan son las cosas de mí mismo que estoy trabajando duro para no ser o estoy luchando por cambiar. Sea consciente de su reacción emocional ante el comportamiento de los demás. He descubierto que también te enseña mucho sobre ti.
- Vea lo que puede cambiar para sentirse emocionalmente más saludable. Me encanta enseñar a mis clientes a ser honestos con ellos mismos. Es importante tanto para sus relaciones con los demás como con ellos mismos. La honestidad con uno mismo, me he dado cuenta, es un poco más desafiante que ser honesto con los demás. Tratamos de engañarnos a nosotros mismos haciéndonos creer que las cosas no están tan mal como son, o agregar más a la situación de lo necesario. A veces, la mejor manera de lidiar con nuestros defectos de carácter es admitir que podemos hacer algo para ayudar en el proceso de cambio y que no tiene por qué ser responsabilidad de otra persona.
Habiendo dicho esto, me desafío a mí mismo a tener en cuenta estas cosas la próxima vez que se presione mi "botón". Siempre me desafiaré a encontrar lo positivo en situaciones negativas. Lo más importante es que intentaré recordar que está bien tener un mal día, ¡porque hace que los buenos días sean aún mejores!