Neurociencia para explicar el modus operandi de la psicoterapia

A pesar de los tremendos avances en la atención psicológica, los investigadores aún no están seguros del mecanismo por el cual la psicoterapia influye en el cerebro y mejora la condición de una persona.

Esta brecha de conocimiento puede reducirse a medida que un nuevo estudio de la profesora de psicología de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) Michelle Craske y sus colegas buscan descubrir la manera operativa por la cual la psicoterapia proporciona beneficios.

El problema es importante ya que los trastornos de salud mental, como la depresión, la esquizofrenia, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo y los trastornos alimentarios, afectan a una de cada cuatro personas en todo el mundo.

Los tratamientos psicológicos "tienen la base de evidencia más sólida para abordar muchas de esas condiciones", pero necesitan mejoras, según un estudio de Craske, la profesora de la Universidad de Cambridge Emily Holmes y la profesora del Instituto de Tecnología de Massachusetts Ann Graybiel.

Su artículo se encuentra en línea en la revista. Naturaleza.

Para algunas afecciones, como el trastorno bipolar, los tratamientos psicológicos no son efectivos o están en su infancia, informan los científicos de la vida, y una “brecha cultural” entre neurocientíficos y científicos clínicos ha obstaculizado el progreso de los tratamientos de salud mental.

Los autores piden a científicos de ambas disciplinas que trabajen juntos para avanzar en la comprensión y el tratamiento de los trastornos psicológicos.

Los tratamientos psicológicos, dicen, no se han beneficiado mucho de los avances dramáticos que la neurociencia ha logrado para comprender las emociones y el comportamiento.

La razón puede ser que los neurocientíficos y los científicos clínicos "se reúnen con poca frecuencia, rara vez trabajan juntos, leen diferentes revistas y saben relativamente poco de las necesidades y descubrimientos de los demás", escribe Craske, miembro de la facultad de UCLA College, y sus colegas.

Los autores abogan por pasos para cerrar la brecha cultural. Primero, descubra los mecanismos de los tratamientos psicológicos existentes.

Hay, señalan, una técnica conductual muy eficaz para las fobias y los trastornos de ansiedad llamada terapia de exposición; los pacientes aprenden que lo que temen no es tan dañino como piensan, y sus miedos se reducen en gran medida por la presencia repetida del objeto de su miedo.

En segundo lugar, afirma el documento, la neurociencia está proporcionando conocimientos "sin precedentes" que pueden aliviar el comportamiento disfuncional; los profesionales pueden utilizar esos conocimientos para crear tratamientos psicológicos nuevos y mejorados.

En tercer lugar, instan los autores, la próxima generación de científicos clínicos y neurocientíficos debería trabajar más estrechamente. Proponen una nueva disciplina general que llaman "ciencia de la salud mental" para unir los beneficios de ambas disciplinas.

“Hay una gran promesa”, concluyen.

"Los tratamientos psicológicos son un salvavidas para muchos, y podrían serlo para muchos más".

Fuente: UCLA

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